Pocas razones para alarmarse

By Bharath Gopalaswamy: ES, July 25, 2015

En la segunda ronda, Nancy Gallagher alentó a "todas las partes a admitir que sus experimentos en el espacio ultraterrestre, los experimentos de defensa de misiles y el afán de controlar el espacio como si fuere un espacio común hace que los demás estados se sientan extremadamente inseguros". Me pregunto cuánto derecho tiene Estados Unidos para sentirse inseguro sobre las actividades espaciales de otras naciones. Pero la duda más importante que permanece en esta mesa redonda es si las armas antisatélite eventualmente provocarían un intercambio nuclear accidental. Wu Chunsi y yo estamos de acuerdo en que las armas antisatélite no aumentan el riesgo de una guerra nuclear. Gallagher discrepa.

Hoy en día,  los bienes espaciales brindan ventajas disparejas y sin paralelo al ejército de EE.UU  en la guerra convencional. Aún así, los analistas de seguridad estadounidenses temen que el aumento en las capacidades contraespaciales de China aumenten el costo del conflicto convencional en el Oeste del Pacífico. Para estar seguros, China está amenazando con cerrar la brecha en el espacio. Sin embargo, los indicios a la vista sugieren que Estados Unidos mantendrá su dominio por mucho tiempo, en parte debido a que Washington goza de redundancias en sus bienes espaciales y terrestres, que serían suficientes para neutralizar los avances contraespaciales de China. ¿Sin embargo, el avance en las capacidades contraespaciales de China y la erosión del dominio de EE.UU resultarían en el comportamiento agresivo de China y una mayor estabilidad? Si la respuesta es sí, los avances en China en el espacio, efectivamente, serían amenazadores. Si la respuesta es no, es un punto irrelevante. De todos modos, como Wu y yo argumentamos, países (tales como China y la India) que se comprometieron a no ser los primeros en realizar ataques nucleares, no tienen ningún incentivo para desarrollar las armas antisatélite, para lanzar los primeros ataques.

La política de la India de no usar armas primero, coincidentemente, no ha cambiado mucho en los últimos 15 años, y parece que no cambiará pronto. Y nada indica que la India busque fabricar armas antisatélite. Aunque en la segunda ronda, Gallagher señaló que la India está "realizando investigaciones antisatélite en el contexto del programa balístico de defensa de misiles". No presenta ninguna prueba para respaldar su afirmación. Ciertamente, las tecnologías subyacentes de las armas antisatélite y la defensa balística de misiles comparten algunas sinergias. Pero no existe nada —aparte de las pocas declaraciones de los oficiales en turno del exgobierno de la Alianza Unida Progresiva— que indique que la India quiera armas antisatélite. Por el contrario, los administradores de la política india parecen estar completamente al tanto de los peligros alrededor de las armas diseñadas para matar en el espacio.

En conclusión, comparto el deseo de, tanto Wu, como Gallagher, de entablar un diálogo estratégico sobre los temas espaciales para responder a los temores de todas las partes y prevenir los malentendidos potenciales. Pero yo enfatizaría, junto con Wu, que naciones tales como la India y China darían la bienvenida al diálogo solo si las reglas y los marcos subyacentes son justos. Los administradores de políticas indias, en especial, estarían más dispuestos a dialogar sobre el espacio ultra terrestre solo si se reflejará genuinamente los temores y si se llegará a un acuerdo para las medidas que obstaculizan las opciones de la India en el espacio, en tanto que la India pueda continuar con su afán de paridad tecnológica con otros países.


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