El potencial y el peligro de la verificación por parte de la sociedad

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La idea de que las personas normales puedan contribuir a la verificación del cumplimiento de los tratados sobre el control de armas no es algo nuevo; debates abstractos sobre este concepto se remontan a varias décadas atrás. Sin embargo, en los últimos años se han extendido poderosos aparatos electrónicos portátiles lo que hace que la verificación por parte de la sociedad sea ahora una realidad inminente. Por ejemplo, personas motivadas podrían recopilar datos pertinentes sobre tratados mediante sensores a bordo que llevan los teléfonos inteligentes y posteriormente, transmitir la información a organismos multilaterales de verificación o, como está sucediendo, compartirla en línea con las comunidades globales que lo someten a un análisis en una plataforma abierta (crowdsourcing). Pero, ¿la verificación por parte de la sociedad generará el mismo entusiasmo en el mundo desarrollado como en el que está en vías de desarrollo? ¿Qué protecciones jurídicas deben establecerse para los participantes? Y ¿la información recopilada a través de la verificación por parte de la sociedad demostrará en realidad su utilidad y fiabilidad? A continuación, Jamal Khaer Ibrahim de Malasia, Rajeswari Pillai Rajagopalan de la India e Ibrahim Said Ibrahim de Egipto, analizan la siguiente pregunta: a medida que los dispositivos portátiles van penetrando cada vez más el mundo en desarrollo, ¿cómo podría la gente en estos países recibir el apoyo para participar en los esfuerzos contra la no proliferación y en la verificación de tratados nucleares, biológicos y químicos?

Round 1

La clave es educar a los participantes

En su nivel más básico, la verificación por parte de la sociedad se define como la recopilación, la transmisión y la validación de información. La verificación por parte de la sociedad puede aplicarse al ámbito de derechos humanos, asistencia humanitaria, consolidación de la paz, prevención de conflictos y protección del medioambiente. Para el fin de esta Mesa Redonda, el control de armas es primordial. Sin embargo, para que la verificación por parte de la sociedad alcance su potencial para el control de armas, esto dependerá en última instancia de las personas que la realicen. Es decir, se necesitan suficientes personas que puedan, tanto entender cómo los dispositivos portátiles y las redes sociales pueden ayudar con el control de armas, así como tener una visión internacional que conlleve un sentimiento de responsabilidad global.

La revolución de las tecnologías de información y comunicación que ha tenido lugar en los últimos años hace que la verificación por parte de la sociedad sea, cada vez más, una idea práctica. Las redes sociales, tales como Twitter y Facebook, al igual que los dispositivos portátiles como los teléfonos inteligentes y las tabletas, han transformado la verificación por la sociedad del cumplimiento de los tratados para el control de armas en algo que se acerca a la realidad. El hardware y el software que utiliza la gente en sus vidas cotidianas representan un nuevo medio técnico de verificación; se aproxima una era donde cualquiera podrá llevar a cabo inspecciones informales.

Aunque la verificación por parte de la sociedad de los acuerdos de control de armas todavía se encuentra en sus primeras etapas, las redes sociales y las tecnologías portátiles ya han comprobado su utilidad durante desastres humanitarios y transiciones políticas. En Japón, durante la secuela del accidente de la Planta Nuclear Fukushima Daiichi, los ciudadanos elaboraron mapas que trazaban las medidas de radiación mediante el crowdsourcing. Después del terremoto en Haití en 2010, el crowdsourcing hizo una contribución importante a la respuesta de emergencias. En mi propio país, Egipto, los dispositivos portátiles y las redes sociales desempeñaron un papel de sobras conocido en la revolución del 25 de enero. Tras la revolución, la información diseminada por los interlocutores políticos, a veces para engañar deliberadamente, está sujeta a un tipo de verificación pública. Y la información ocultada por los medios controlados por el gobierno a menudo la difunden otros medios. Por ejemplo, cuando se robaron los materiales radioactivos de la planta nuclear Al Dabaa de Egipto a principios de 2012, los usuarios de Facebook informaron del robo horas antes que los medios bajo el control gubernamental.   

En Siria, las técnicas de verificación por parte de la sociedad han desempeñado un papel importante, estableciendo la idea en muchas regiones de que el régimen de Assad ha utilizado armas químicas en contra de su propio pueblo. A pesar de que aún persiste la duda sobre la utilización de armas y en contra de quién, por lo menos es interesante señalar el papel que está desempeñando la verificación por parte de la sociedad en una situación donde de lo contrario es difícil obtener información fiable. En una zona de conflicto como Siria, recabar datos de inteligencia por medio de métodos convencionales es un reto. La Organización para la Prohibición de Armas Químicas no realiza la monitorización de las instalaciones, como lo hace la Comisión Preparatoria de la Organización del Tratado para la Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (OTPCE). La comprobación del uso de armas químicas mediante la toma de muestras de tierra y agua suele ser problemática, ya que las muestras se degradan con el paso del tiempo. Es cierto, videos cargados en Internet se transmiten continuamente y los informes subidos en las redes sociales podrían intentar engañar, pero por lo menos Siria es una prueba intrigante sobre el potencial de la verificación por parte de la sociedad. 

Los ejemplos de Haití, Japón, Egipto y Siria podrían señalar un futuro en donde las funciones para la verificación de tratados que ahora utilizan organizaciones, tales como la OTPCE, las podrían realizar ciudadanos corrientes. La comisión lleva a cabo sus deberes de verificación por medio de una red de centrales que pueden detectar radionúclidos y otras señales de detonaciones nucleares. La construcción y el mantenimiento de estas centrales no es barato, sin embargo, y algunos estados son reticentes a tenerlas en su territorio. Hasta cierto punto, en ese caso sería posible dejar que la gente corriente con dispositivos portátiles se hiciera cargo. Por ejemplo, todos los iPhone, cuando los agrupan con un dispositivo como el iRad Geiger, pueden funcionar como detectores sofisticados de radiación.  Una red de usuarios informados de teléfonos inteligentes y equipados con esos dispositivos formaría la base de un sistema global auxiliar de monitorización que podría informar de los resultados de radiación global, tanto para el control de armas, como para fines medioambientales. Tal vez una organización no gubernamental podría facilitar dicho sistema. 

Desde mi punto de vista, el obstáculo principal que no permite que dicha situación se haga realidad es que sólo un número limitado de personas entiende su propia capacidad de recabar información relevante para la verificación del cumplimiento de tratados. Y puede que haya muy pocas personas en el mundo en desarrollo que tengan una visión global que sea consistente con las contribuciones para la no proliferación, la protección física de materiales fisibles, los esfuerzos para detener el contrabando, y demás.  

Sin embargo existen modelos para informar a la gente sobre la verificación, su importancia y sus técnicas. Por ejemplo, el programa de la Universidad de Oslo con el que previamente estuve afiliado, y que tiene sus orígenes de la Iniciativa para la Verificación de Desmantelamiento de Ojivas Nucleares de Gran Bretaña-Noruega, busca dar formación a estudiantes universitarios sobre temas de verificación relacionados con el desarme nuclear. Además de proporcionar entrenamiento de técnicas pragmáticas de verificación, el programa presenta a los estudiantes las dimensiones políticas y humanitarias de la no proliferación nuclear y el desarme. También enfatiza como la información sobre el diseño de armas nuclear podría ser capturada por otros durante el proceso de verificación y luego ser transferida a un estado sin armamento nuclear, lo que no cumpliría con el Artículo II del Tratado de No Proliferación Nuclear.   Este riesgo conllevaría implicaciones claras sobre la práctica de la verificación por parte de la sociedad. De cualquier modo, programas como éstos podrían ser adaptados para abarcar una amplia gama de temas relacionados a la verificación por parte de la sociedad y se proporcionarían a las personas interesadas, siempre y cuando lo permita la situación política.

Pero la política restringiría seriamente los esfuerzos para la verificación por parte de la sociedad en varios países, como muchas veces limita a los periodistas. En lugares con gobiernos opresivos o con inestabilidad política, los periodistas pueden exponerse, entre muchas cosas, a acusaciones de infringir la seguridad nacional, y por tanto tiene sentido pensar que los partícipes de los esfuerzos de verificación se enfrentarían a los mismos riesgos. Por ejemplo, Siria, la que Reporteros Sin Fronteras coloca casi al final del ranking mundial para la libertad de prensa, tiene un entorno problemático para los promotores de la verificación por parte de la sociedad. Aquí en Egipto, y en algunos estados de transición en el mundo árabe, la situación no es así de grave. Por lo general, los periodistas no temen por sus vidas, pero los activistas políticos sí deben asegurarse de que no sea rastreada su actividad por Internet. Los partícipes de la verificación por parte de la sociedad tendrían ciertamente una justificación para albergar esas preocupaciones.

Las barreras políticas, en gran medida, se superarán, claro, siempre que existan suficientes grupos de personas capacitadas que quieran participar en los esfuerzos de verificación. No es probable que la verificación por parte de la sociedad vaya a suplantar por completo el trabajo de organizaciones tales como la OTPCE. Pero, cada vez más, parece que sería un complemento útil.

El malestar de la verificación y cómo superarlo

En Occidente, los aparatos portátiles están captando mucha atención en estos momentos dado su potencial para ayudar en la verificación de los acuerdos multilaterales de control de armas. Con la entrada casi por completo en Occidente de los dispositivos portátiles y con un continuo incremento en el mundo en desarrollo — se espera que Asia, África y América Latina sean responsables de la mayor parte del crecimiento en las suscripciones de telefonía móvil en los próximos años — las oportunidades están realmente surgiendo para que las tecnologías como los teléfonos móviles y las tabletas jueguen un papel en la verificación del cumplimiento de los acuerdos sobre armas nucleares, químicas y biológicas.

Muchos de los problemas claves de la verificación relacionados con los acuerdos de control de armas se centran en los países en desarrollo. Cualquier cosa que pueda contribuir a la causa de no proliferación en estos países debería ser bien recibida. Sin embargo, todavía no está claro si la gente de los países en desarrollo tendrá en consideración los dispositivos portátiles y su potencial para la verificación del mismo modo que sucede en muchos países occidentales. En este sentido destacan tres motivos para el escepticismo.

Primero, en la India y en muchos otros países en desarrollo, las personas que participan en los esfuerzos para la verificación por parte de la sociedad podrían enfrentarse a graves riesgos personales. Podrían acabar con la misma imagen que suelen tener los activistas de derechos humanos, es decir, poco patriotas, o como un peligro para la seguridad nacional. E incluso aunque no vulneren ninguna ley, podrían volverse blancos de la ira política y burocrática. En la India, hasta la tecnología como Google Maps se ha enfrentado a una gran oposición ya que muestra la ubicación de sitios clasificados, asimismo, Google Earth también ha encontrado una resistencia oficial en muchos países. Teniendo en cuenta todo esto, podría considerarse simplemente irresponsable fomentar la participación de los ciudadanos de ciertos países en la verificación por parte de la sociedad.

Segundo, la idea de que la gente común y corriente pueda contribuir a la verificación del tratado, ya sea con proyectos de crowdsourcing o recopilando información con dispositivos móviles, se basa en el supuesto de que la gente corriente deseará ser partícipe activo del acuerdo de control de armas. Incluso dejando a un lado las repercusiones negativas que podrían sufrir los participantes involucrados en la verificación, esta hipótesis parece ser discutible en caso del mundo en vías de desarrollo. Los ciudadanos de estos países simplemente no perciben el control de armas de la misma manera que los defensores del control de armas en Occidente.

Muchas personas en países en desarrollo suelen ser muy nacionalistas, y su nacionalismo a menudo se encuentra vinculado con un cierto grado de anti-Occidentalismo, lo que no es sorprendente ya que muchos países en desarrollo fueron colonias de naciones occidentales o en algún momento fueron dominadas por Occidente. El control de armas en particular suele ser visto como un instrumento de dominación occidental y a nivel popular suele existir una notable oposición hacia las medidas de control de armas. Este recelo popular sobre los esfuerzos de control de armas se ve incrementado por la falta de credibilidad que a menudo se percibe de Occidente. El mundo occidental recibe críticas por tratar el control de armas como un asunto de conveniencia, algo que se descarta cuando entra en conflicto con otros intereses más apremiantes. Estas percepciones son lamentables, y tal vez no sean válidas, pero están firmemente arraigadas. Por lo tanto, es probable que no sea seguro asumir que ciudadanos corrientes de países en vías de desarrollo decidan participar en los esfuerzos de verificación por parte de la sociedad.

Tercero, los esfuerzos de verificación de cualquier índole podrían provocar malestar en países en desarrollo. Por ejemplo, aunque muchos de estos países han negociado Protocolos Adicionales con el Organismo Internacional de Energía Atómica, aún simpatizan con países tales como Irán, el que firmó pero no ratificó el Protocolo Adicional. Para muchas personas en países en desarrollo, el Protocolo Adicional parece permitir a los inspectores extranjeros entrar a su antojo en el territorio nacional e inspeccionar cualquier ubicación que les plazca. Esto nos recuerda la época colonial, cuando los países en desarrollo carecían del control de su propio territorio. Y aunque algunas medidas de verificación, tales como las incluidas en la Convención de Armas Químicas, han ganado una mayor aceptación, esta aprobación raras veces está acompañada de un verdadero sentimiento de bienestar.

Otro ejemplo del malestar entre las naciones en desarrollo hacia el proceso de verificación se ve plasmado en las medidas para fomentar confianza que países como la India, China y Pakistán han empleado para mermar las tensiones bilaterales. Estas medidas se basan en el modelo establecido durante la Guerra Fría por Estados Unidos y la Unión Soviética. A pesar de que las súper potencias de la Guerra Fría incluyeron en la verificación de control de armas como elemento importante de las medidas para fomentar la confianza, naciones como India, China y Pakistán no han considerado ni siquiera hacerlo.

Dada la delicadeza del asunto, intentar involucrar a los ciudadanos corrientes en los acuerdos de verificación solo podría aumentar el malestar que sienten los países en desarrollo acerca de las medidas multilaterales para el control de armas. Efectivamente, las élites burocráticas y políticas en los países en desarrollo probablemente considerarían ilegítimo cualquier esfuerzo para involucrar a los ciudadanos en la monitorización de la conducta de los estados por parte de un organismo extra territorial. Y cualquier iniciativa de control de armas que contenga acuerdos de verificación por parte de la sociedad probablemente también se consideraría ilegítima.

¿Todo esto quiere decir que la verificación por parte de la sociedad es imposible en los países en desarrollo? No necesariamente. Pero el éxito de este tipo de verificación probablemente dependerá de que el control de armas se convierta en algo más aceptable políticamente. La oposición a las medidas de control de armas en todos los países en desarrollo surge en parte por el hecho de que éstos no han participado completamente en el desarrollo de tratados y regímenes. Al hacer que el proceso de control de armas sea más transparente, y al involucrar al mayor número posible de países en desarrollo en ellos, en especial durante las etapas de redacción de los acuerdos de control de armas, proporcionaría a los países en desarrollo un sentido importante de responsabilidad en estas iniciativas. Un proceso más inclusivo también alentaría el cumplimiento del tratado y, a la larga, sería más eficaz para los regímenes de control de armas. En mi opinión, la verificación por parte de la sociedad puede contribuir a los esfuerzos de no proliferación y al cumplimiento del tratado, pero únicamente si el control de armas se acepta ampliamente.

Se busca: motivación y apoyo

El aumento en la frecuencia de dispositivos portátiles representa nuevas oportunidades para los ciudadanos corrientes que deseen participar en la verificación de tratados. Por ejemplo, se ha sugerido que los acelerómetros de los teléfonos inteligentes sean utilizados para detectar eventos sísmicos irregulares que pudieran indicar pruebas nucleares o que varios tipos de plataformas abiertas pudieran analizar distintos tipos de datos (crowdsourcing) que identificaran los esfuerzos para subvertir el Tratado de No Proliferación Nuclear o el Tratado para la Prohibición Completa de Ensayos Nucleares. A medida que los dispositivos portátiles se extienden, y en particular en el mundo en desarrollo, donde cada vez son más accesibles, se puede esperar que las oportunidades para la verificación por parte de la sociedad sigan aumentando.

Pero los dispositivos portátiles no son sólo equipos con software, el tipo de herramienta que se considera "un operador tangible de apoyo". Si la verificación por parte de la sociedad florece, los operadores intangibles serán igualmente decisivos. Esto incluiría la apreciación más amplia del público sobre la importancia de los esfuerzos en contra de la proliferación y a favor del desarme; la concienciación del potencial de los dispositivos portátiles para contribuir a estos esfuerzos (es decir, los ciudadanos comprenderían qué podrían detectar e informar con la ayuda de estos dispositivos); y a la larga, la voluntad para participar en las iniciativas de verificación por parte de la sociedad. Los gobiernos podrían establecer estos operadores dentro de la sociedad mediante una labor de formación, pero los ciudadanos en los países en desarrollo, en especial las naciones que no poseen armas de destrucción masiva, podrían darle poca prioridad a los temas sobre desarme y no proliferación. Si se comparan con temas preocupantes, urgentes y locales, los esfuerzos para la verificación de tratados podrían tener dificultades para generar el entusiasmo público, a pesar de los fuertes esfuerzos formativos.

Lo que complica más las cosas es que, a pesar de que algunos segmentos de la sociedad civil en países en desarrollo tienen una visión global y un buen entendimiento del desarme y del régimen de no proliferación, sus puntos de vista suelen estar acompañados por cierto cinismo. Los países en desarrollo podrían percibir al régimen como una manera que pretende preservar el estatus quo, en el cual algunas naciones poseen armas de destrucción masiva y otras no. Esta percepción sólo es intensificada por la poca afinidad que existe entre, por un lado, las naciones desarrolladas y aquellas con armas nucleares, y por otro lado, las naciones en vías de desarrollo y aquellas que no tienen dichas armas. Además, los estados con armamento nuclear a menudo son los promotores de medidas fuertes de no proliferación, incluso cuando por lo general no demuestran el mismo compromiso hacia el desarme total. Por lo tanto, puede que defender la no proliferación sea la base equivocada con la que se pretende crear entusiasmo sobre la verificación por parte de la sociedad en los países en desarrollo.

Incentivos armonizadores. Un mayor potencial para el éxito podría existir en un contexto más localizado. Por ejemplo, algunos de los países en desarrollo más avanzados son el hogar de las empresas involucradas en la ingeniería de precisión, negocios que en ciertos casos conllevan riesgos intrínsecos de proliferación debido a su capacidad de fabricar artículos que pudieran ser usados con dolo. En el 2004, por ejemplo, se investigó una empresa malaya de ingeniería de precisión por su supuesto papel en la producción de componentes para el programa libio de enriquecimiento de uranio. En parte como resultado de ello, en el 2010, Malasia aprobó una ley estricta para el control de exportación, que incluye sanciones importantes que podrían ser relevantes para los profesionales que trabajan en industrias tales como la de ingeniería de precisión. Estos profesionales, incluso si no les importa la verificación por parte de la sociedad como una manera de contribuir a la no proliferación en sí, podrían darse cuenta de que sus intereses personales y profesionales armonizan con los del régimen internacional de no proliferación.

Pero si los profesionales en campos tales como ingeniería de precisión efectivamente están motivados para participar en la verificación por parte de la sociedad, se necesita establecer un "ecosistema" adecuado para que sus esfuerzos tengan más probabilidades de éxito. Desde mi punto de vista, tal ecosistema — tal vez comprendido por el apoyo en línea, la cooperación oficial y la facilitación de vínculos con expertos en campos relacionados — probablemente sería mejor si se estableciera un enfoque de abajo arriba en vez de al revés. El físico Joseph Rotblat sugirió que "el derecho y el deber civil del ciudadano" para participar en el informe de temas de verificación tendrá que "formar parte de ….los códigos nacionales sobre leyes". Pero creo que un ecosistema para la verificación por parte de la sociedad que se basa únicamente en las leyes y reglamentos, en especial si trabajan estrechamente con instrumentos jurídicos internacionales tales como el Protocolo Adicional y la Resolución 1540 del Consejo de Seguridad de la ONU, tendría dificultades para luchar contra el cinismo que hay el mundo en desarrollo sobre las iniciativas de no proliferación. Tal estructura jurídica por sí sola, probablemente, no sería muy eficaz.

Por lo tanto, ¿qué podrían hacer las autoridades nacionales para fomentar la verificación por parte de la sociedad? Podrían respaldar el establecimiento de herramientas de medios sociales que permitan a los profesionales hablar sobre temas de implementación prácticas para la verificación? Podrían contribuir a este debate por medio de actividades de concienciación y sensibilización, que incluyan responder de manera rápida a preguntas y quejas planteadas por los participantes. Y podrían intentar facilitar la comunicación y cooperación entre los profesionales que podrían contribuir con la verificación civil y con las organizaciones no gubernamentales, incluyendo los think tanks, que participan con el desarme y la no proliferación.

Cualquier ecosistema de verificación civil, sin embargo, funcionaría mejor si fuera apoyado por un mapa de ruta realista hacia el desarme en general y por un mayor avance hacia esta meta. El avance hacia el desarme en general generaría más confianza en el mundo en desarrollo acerca del régimen de desarme y no proliferación, y esto a su vez motivaría a los individuos para que sean más proactivos en los esfuerzos de verificación por parte de la sociedad.

Round 2

Sueños utópicos, usos prácticos

En su primer ensayo de Mesa Redonda, Rajeswari Pillai Rajagopalan señaló una serie de obstáculos que podrían impedir la verificación por parte de la sociedad de los tratados del control de armas en países en vías de desarrollo: el recelo de los regímenes actuales de verificación, limitaciones políticas y el empeño de no participar de los ciudadanos ordinarios. El último de estos se relaciona, en particular, con la creencia que existe en países en vías de desarrollo, que la justicia e igualdad escasean en el régimen global de no proliferación.

En mi primer ensayo, argumenté que para que la verificación por parte de la sociedad tuviera éxito, dependería del nacimiento de un gremio, suficientemente grande, de profesionales capacitados. Reconozco que en mi propia región, el Medio Oriente, podría ser muy difícil convencer a las personas de educación media para que participaran. En el Medio Oriente, muchas personas van albergando frustraciones hacia el régimen de no proliferación, y en particular, hacia el monopolio nuclear de Israel. Es difícil demostrar transparencia y obtener la confianza de personas que creen que el régimen de no proliferación, en su totalidad, es injusto.

Pero tales condiciones no prevalecen en todas las regiones del mundo. En África y América Latina, donde los procedimientos de verificación ya existen bajo el contexto de zonas libres de armamento nuclear, se podría esperar que las personas reciban con gran entusiasmo la verificación por parte de la sociedad. Además, las técnicas de verificación se utilizarían de maneras distintas en diferentes sociedades. Por ejemplo, en países desarrollados, la verificación por parte de la sociedad sería mucho más útil si se tratase de temas como el crimen, los derechos humanos y los acuerdos medioambientales. En algunos estados africanos y asiáticos, se concentrarían más en las armas ligeras y minas terrestres; no importando tanto el armamento de destrucción masiva.

Pero retomando el tema en Medio Oriente, se necesitaría de un esfuerzo extraordinario para convencer a muchas personas que apoyaran los regimenes de verificación y que consideran fundamentalmente injustos. Pero, ¿sería igual para las personas más preparadas que para las menos preparadas? ¿Estos esfuerzos para la promoción de la verificación por la sociedad podrían ser contraproducentes, y en realidad, provocar que algunas personas escondieran información relevante para los tratados de control de armas? Estas preguntas son difíciles de responder, pero lo que queda claro es que la verificación por parte de la sociedad realmente no prosperará en el Medio Oriente hasta que la región goce de un desarrollo sustentable, buen gobierno, justicia social y acuerdos políticos que garanticen la seguridad a largo plazo.

En su segundo ensayo, Jamal Khaer Ibrahim analizó las vías diplomáticas para la verificación por parte de la sociedad y argumentó que la vía 3 de la diplomacia –interacciones de cara a cara entre personas y grupos de la sociedad civil que trabajan a nivel comunitario — es más adecuada como método diplomático para la promoción de la verificación por parte de la ciudadanía. Estoy de acuerdo en que los métodos indirectos serían la mejor manera de facilitar el diálogo sobre estos temas. Efectivamente, la vía 3 de la diplomacia y la vía 2, que es un poco más formal, han sido los métodos de uso diplomático en los últimos años durante los diálogos para el establecimiento de la zona libre de armamento de destrucción masiva en el Medio Oriente. Sin embargo, lo difícil es hacer que los resultados de la diplomacia menos formal se vuelvan logros concretos a nivel nacional (vía 1). Lamentablemente, la vía 3 y vía 2, al final, siempre conducen a la vía 1. Aún así, Ibrahim tiene razón de que la diplomacia informal podría contribuir al asentamiento de la verificación por parte de la sociedad en un clima sano de diálogo y debate.

Desde mi punto de vista, Ibrahim presenta un argumento sólido acerca de los intereses empresariales que se prestarían para aceptar la verificación por parte de la sociedad. Estoy de acuerdo con que las empresas de varias industrias cuyos productos podrían ser utilizados indebidamente — energía nuclear, químicos, fertilizantes, biotecnología — deberían incorporar la verificación por parte de la sociedad a las estrategias corporativas para la responsabilidad. La industria química ya está estrechamente involucrada en la Convención de Armas Químicas, y la industria desempeñó un papel importante en la elaboración de los procedimientos de verificación de la convención. Creo que el siguiente paso propicio sería comprometerse con las iniciativas de la verificación por parte de la sociedad.

Tal vez sea cierto que la verificación por parte de la sociedad podrá llegar a su máximo potencial sólo bajo condiciones utópicas, en un mundo donde los ciudadanos internacionales lleven a cabo con entusiasmo sus obligaciones compartidas, bajo la protección benevolente de la infraestructura política. Pero este mundo no existirá tan pronto. Sin embargo, esto no evitará que la verificación por parte de la sociedad haga mientras tanto grandes contribuciones a los esfuerzos de control de armas.

Incentivos y límites

En el segundo ensayo de la Mesa Redonda, Jamal Khaer Ibrahim argumentó que los profesionales en industrias vinculadas con la cadena de abastecimiento nuclear podrían aceptar la verificación por parte de la sociedad por querer "proteger su reputación profesional y evitar sanciones penales o civiles vinculadas a una mala conducta". Pero esto sólo nos muestra una cara de la moneda. En mi propio país, la India, la seguridad en empresas de materiales clasificados a menudo es laxa. En algunos casos, estas empresas ni siquiera cumplen con la ley, mucho menos demuestran preocupación por su reputación profesional.

Recientemente, fui coautora de un estudio sobre los riesgos de seguridad relacionados con los materiales químicos, biológicos y radiológicos. Este estudio, que incluía visitas de campo a varios grupos de industrias importantes de la India, reveló variaciones relevantes en cuanto al cumplimiento de las leyes por parte de las compañías y la implementación de estándares de seguridad. Las empresas que se consideran parte de un mundo globalizado y cuyos intereses comerciales se extienden al extranjero, por ejemplo, las grandes empresas farmacéuticas y petroquímicas, suelen tener una mejor actuación. Pero para las pequeñas y medianas empresas que operan a nivel local, la ganancia a corto plazo suele estar por encima de la preocupación por la seguridad y la protección. Es difícil creer que empresas como estas, que a menudo no cumplen con las leyes vigentes y las mejores prácticas, muestren mucho interés en participar con las iniciativas de la verificación por parte de la sociedad. Y si esto es verdad en la India, es probable que lo sea en la mayor parte del mundo en vías de desarrollo.

Ibrahim también resaltó que las naciones podrían apoyar la verificación por parte de la sociedad para poder "ganarse la confianza de sus socios económicos". Esto me parece más válido, y genera una pregunta más amplia sobre cómo dar incentivos de la mejor manera posible para que se cumplan los acuerdos de verificación, incluida pero no limitada a la verificación por parte de la sociedad. Entre los incentivos está la posibilidad de ganarse la confianza económica, como lo sugiere Ibrahim, y de integrarse aun más en la infraestructura política y de seguridad en el mundo. Efectivamente, el mejor incentivo implicaría crear un orden político global más dinámico en el que una amplia gama de países tendría una oportunidad realista para desempeñar un papel importante.

El punto principal del primer ensayo de Ibrahim Said Ibrahim en la Mesa Redonda supone que los profesionales capacitados son la clave para el éxito de la verificación por parte de la sociedad, y estoy de acuerdo completamente. Pero no creo que surjan pronto muchos profesionales capacitados en el mundo en desarrollo. Como lo sugiere Ibrahim, sólo un número limitado de personas en países en vías de desarrollo entiende y valoran los acuerdos para el control de armas. Además, como argumenté en mi primer ensayo, y tal y como reconoce Ibrahim, los ciudadanos que participan en los esfuerzos para la verificación por parte de la sociedad podrían estar en riesgo, ya que las élites burocráticas y políticas considerarían ilegítima su actuación. En especial en países donde la soberanía, la seguridad y el control estatal de las tecnologías sensibles están estrechamente vinculadas — por ejemplo, en China y la India — los estados no aceptarán la verificación por parte de la sociedad hasta que perciban un beneficio importante al hacerlo. Hasta que los líderes crean que la verificación por parte de la sociedad sirva al interés nacional, los ciudadanos ordinarios no estarán en condiciones de volverse profesionales en la materia.

Elegir el camino correcto

En mi primer ensayo de la Mesa Redonda, argumenté que cualquier esfuerzo de verificación por parte de la sociedad, que sea considerado muy próximo al gobierno, tendrá muy pocas oportunidades de éxito en los países en vías de desarrollo. Desde mi punto de vista, esto también se aplica a la diplomacia. Una iniciativa diplomática para promover la verificación por parte de la sociedad tendrá mejores probabilidades de éxito si no se ve involucrada la diplomacia oficial.

A menudo la diplomacia se caracteriza por recorrer tres vías. La Vía 1 comprende interacciones entre representantes de alto nivel de gobiernos nacionales; se caracteriza por negociaciones formales y por posturas nacionales bastante rígidas. La Vía 2 incluye a los analistas políticos y académicos (algunas veces también a los funcionarios gubernamentales actuando a título personal), quienes participan en un diálogo no oficial, discusiones conceptuales y actividades de solución de problemas. La Vía 3 consiste en las interacciones frontales, entre personas y grupos de la sociedad civil que trabajan a nivel de organizaciones barriales.

La diplomacia de la Vía 3 y su informalidad tienen claras similitudes con la verificación por parte de la sociedad, y su informalidad podría ayudar a superar los obstáculos políticos de este tipo de verificación que han analizado mis colegas Rajeswari Pillai Rajagopalan e Ibrahim Said Ibrahim.

Esta posibilidad descansa sobre dos iniciativas. Primero, aunque las posturas iniciales estatales sobre el control de armas pueden ser rígidas (lo que también explica las limitaciones políticas a las que se enfrentaría probablemente la verificación por parte de la sociedad en muchos lugares ), muchas naciones tienen incentivos para cumplir con las normas internacionales y para ganar la confianza como socios económicos, especialmente si desean desarrollar sectores para la energía nuclear, o de lo contrario, participar en el comercio nuclear.

Segundo, las personas que trabajan en las industrias vinculadas a la cadena de abastecimiento nuclear tienen incentivos para evitar actividades relacionadas con la proliferación. En mi primer ensayo, argumenté que los profesionales de la industria de ingeniería de precisión podrían pensar que sus intereses personales fomentarían la participación en la verificación por parte de la sociedad, pero esta idea podría extenderse a los profesionales que se encuentran en cualquier parte de la cadena de abastecimiento nuclear. Las empresas y las personas también deberían acoger las técnicas de verificación por parte de la sociedad para proteger su reputación profesional y evitar sanciones penales o civiles vinculadas a una mala conducta.

Una vez que la verificación por la sociedad obtenga el apoyo de la comunidad empresarial, también podría recibir el apoyo de altos niveles del gobierno. Los funcionarios públicos verían, dentro del marco de comercio y desarrollo económico, las ventajas de permitir que la verificación de la sociedad se desarrolle libremente. Las tendencias nacionalistas a menudo son expuestas cuando salen a la luz temas de seguridad nacional que podrían ser contrarrestados por las consideraciones económicas. Básicamente, la verificación por la sociedad sería facilitada por la globalización.

¿Pero cómo sería en realidad la Vía 3 de la diplomacia en un contexto de verificación por la sociedad? Veamos un ejemplo: Los profesionales de industrias relevantes para el comercio nuclear podrían desarrollar iniciativas para propagar ideas y prácticas entre sus colegas de otros países sobre la verificación por parte de la sociedad. Las organizaciones no gubernamentales que se centran en el control de armas darían apoyo. Los gobiernos no desempeñarían un rol directo porque esto sólo atraería la resistencia oficial que enfrenta la mayor parte de la diplomacia de la Vía 1. Este método implicaría un alejamiento por parte del gobierno occidental, pero tendría muchas más probabilidades de éxito que cualquier otro método directo.

Round 3

Por qué la política es primordial

Jamal Khaer Ibrahim ha argumentado extensamente en esta Mesa Redonda que la verificación por parte de la sociedad tendría más probabilidad de florecer en el mundo en vías de desarrollo si el principal foco de atención de las iniciativas de verificación fuera las empresas en vez de la política. Podría tener razón, siempre que el control de armas fuera el único enfoque de este análisis. 

Pero como argumenté en la primera ronda, las técnicas de verificación por parte de la sociedad podrían ser útiles en ámbitos que van desde los derechos humanos, la asistencia humanitaria hasta la consolidación de paz, la prevención de conflictos y protección medioambiental. Desde un principio, en ámbitos como éste, las empresas con fines lucrativos suelen jugar un papel limitado. Por ejemplo, cuando las personas necesitan asistencia humanitaria a menudo es porque las fuerzas económicas no han sido suficientes para proveerles de las necesidades básicas para vivir. ¿Sería razonable en dichas situaciones esperar que las empresas dedicaran recursos para las técnicas de verificación por parte de la sociedad que pudiesen asegurar la distribución equitativa de ayuda? Y cuando se trata de un tema tan político como el de derechos humanos, es difícil imaginar una iniciativa exitosa para la verificación por parte de la sociedad que haya intentado enfatizar las empresas y excluir a la política.

Aún cuando se trata de la verificación por parte de la sociedad de los acuerdos de control de armas, los métodos orientados a las empresas no deben ser sobrevalorados, ni los métodos políticos deben ser menospreciados. Cuando se revelaron en 2002 las instalaciones nucleares no declaradas, Arak y Natanz, de Irán, fue gracias al grupo de oposición con sede en París, llamado Consejo Nacional de Resistencia de Irán. Es posible imaginar que un empresario trabajando para una de las cadenas de suministro relacionadas a la energía nuclear podría haber proporcionado información sobre Arak y Natanz, pero no fue lo que sucedió.

El ejemplo iraní sugiere entonces que el Organismo Internacional de Energía Atómica debe incorporar la información derivada de la verificación por parte de la sociedad a sus deliberaciones cuando evalúe si los Estados están cumpliendo con su compromiso de salvaguardas. Para facilitar esto, sugiero que el organismo establezca métodos por medio de los cuales los profesionales de la industria y los ciudadanos puedan comunicar, de manera segura y anónima, la información relacionada con el cumplimiento. Las Naciones Unidas podrían adoptar un sistema similar que recopile información sobre temas que incluyen desde el control de armas,  derechos humanos y la protección medioambiental. Esto no sólo ayudaría con la verificación de tratados y el cumplimiento de las normas sino también alentaría a los Estados a mostrar mayor transparencia al negociar con organizaciones multilaterales.

Esta Mesa Redonda ha explorado una serie de preguntas claves acerca del papel de la verificación por parte de la sociedad en el mundo en vías de desarrollo, pero aún existen muchos caminos para la investigación. Por ejemplo: ¿Qué pasaría si todos los acuerdos internacionales relevantes incluyeran un lenguaje que explicara cómo la verificación por parte de la sociedad contribuiría a la implementación de acuerdos (como, ya lo hace hasta cierto punto el Tratado de la Prohibición Completa de Ensayos Nucleares)? ¿Qué sucedería si las organizaciones como la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional estuvieran a favor de que las autoridades nacionales otorgaran protección a los ciudadanos que reportaran violaciones del cumplimiento de tratado? ¿Qué pasaría si las Naciones Unidas supervisaran las negociaciones de un tratado sobre la verificación y la protección de los ciudadanos que se involucren? Sólo lo siguiente es seguro: La verificación por parte de la sociedad podrá prosperar verdaderamente sólo si la gente común y corriente en el mundo en vías de desarrollo —aquellos que podrían cooperar más con la verificación de tratados de control de armas— sintiera que sus países son tratados justamente bajo el régimen de no proliferación. 

No tan rápido

Acepto el argumento de Jamal Khaer Ibrahim que los métodos informales de persona a persona, bajo el modelo de la vía 3 de la diplomacia, parecen ser más prometedores para que la verificación por parte de la sociedad sea aceptada por el mundo en vías de desarrollo. Asimismo, estoy de acuerdo con la afirmación de Ibrahim Said Ibrahim que la verificación por parte de la sociedad no puede crecer verdaderamente en lugares donde el desarrollo sostenible, el buen gobierno y similares aún no se han afianzado. Jamal Khaer Ibrahim señaló que el apoyo de la verificación por parte de la sociedad irá alcanzando varios niveles, desde la comunidad empresarial hasta los altos rangos del gobierno, pero esto sólo sucederá en las naciones que para empezar estén dispuestas a aceptarla. En otros lugares, la verificación por parte de la sociedad tendrá que recibir la aceptación de las burocracias y la clase política antes de que se filtre al nivel popular.

Aún en los países con gobiernos de apertura, los peligrosos entornos regionales de seguridad a menudo presentan obstáculos para la verificación por parte de la sociedad.  Los países vecinos de la India, por ejemplo, no son apacibles, y los círculos oficiales y el público en general tampoco los consideran benignos.  Además en un entorno nacionalista como el que existe en el Sur de Asia, las preocupaciones de seguridad se intensifican y las amenazas reales a veces son exageradas. Por lo tanto, la discusión del público en la India sobre temas de seguridad se centra en temas como la modernización militar, las capacidades ofensivas, multiplicadores de fuerza y estrategias que permiten respuestas enérgicas a la realidad regional de seguridad. La verificación por parte de la sociedad no es un tema próximo a ninguno de los anteriores, por lo tanto, es improbable que se vuelva parte de la discusión popular pronto.

Las amenazas externas pueden verse como grandes obstáculos para la verificación por parte de la sociedad, y en un país como la India, también lo sería la presión interna. La India enfrenta amenazas internas de seguridad provenientes de los fundamentalistas religiosos, secesionistas étnicos y el movimiento rural maoísta que pretende derrocar al estado. Cuando una nación se enfrenta a estas amenazas dentro de su propia frontera, la verificación por parte de la sociedad es lo último que está en la mente de sus líderes.  Efectivamente, éstos últimos considerarían primordialmente que la verificación por parte de la sociedad es una amenaza para el Estado: Las mismas técnicas utilizadas para promover los esfuerzos de verificación del tratado también podrían usarse para perjudicarlos si fueran utilizadas por terroristas u otros grupos radicales.  

A medida que se acerca el fin de la Mesa Redonda, sigo creyendo que el éxito de la verificación por parte de la sociedad dependerá sobre todo en que el control de armas vaya ganando aceptación en los países en vías de desarrollo. Sería un primer paso útil si el proceso de control de armas fuera más trasparente e inclusivo.  La verificación por parte de la sociedad seguiría sus pasos, —una vez que  el control de armas haya recibido más aceptación, los países en vías de desarrollo hayan conseguido mayor libertad y que se hayan establecido entornos de seguridad menos peligrosos, y los estados mismos se sientan listos para implementar y fomentar las medidas de la verificación por parte de la sociedad.  Esta es una larga lista de condiciones. Aunque creo que la verificación por parte de la sociedad llegará a ser un día una contribución significativa para la verificación del tratado, no creo que su uso generalizado sea inminente en la mayor parte del mundo en desarrollo.

Recibir la aceptación, cerrar la brecha

Rajeswari Pillai Rajagopalan e Ibrahim Said Ibrahim se han centrado principalmente en los temas que pudiesen impedir el crecimiento de la verificación por parte de la sociedad, por ejemplo, el recelo común que existe en el Oriente Medio con respecto a los acuerdos de control de armas, o el rígido control estatal de las tecnologías sensibles en un país como la India. Dichos obstáculos son reales. Sin embargo, argumentaría que hasta ahora sólo respaldan el punto principal de mis ensayos de la Mesa Redonda: que las iniciativas de la verificación por parte de la sociedad tienen mejores posibilidades para florecer si van
alineados con los incentivos de comercio y la cadena de distribución, y si se separa lo máximo posible del control de armas y de la política en general.

En mi segundo ensayo, señalé que la mayoría de la diplomacia formal se caracteriza por rígidas posturas nacionales. Durante las negociaciones de control de armas, a menudo la rigidez provoca animadversión que va acumulándose con el paso del tiempo. Además los negociadores del control de armas, por lo general, son representantes de ministerios extranjeros o agencias de seguridad nacional, que suelen ser personas obcecadas y que no cambian de postura con facilidad. Por estos motivos, parece que las negociaciones de control de armas son el lugar equivocado en el cual se debe promover la verificación por parte de la sociedad. Es más, iría más lejos y argumentaría que en muchos países, sería un error presentar la verificación por parte de la sociedad al público en general como una iniciativa de control de armas. Al contrario, como ya argumenté, apoyar la verificación por parte de la sociedad debería permitir su crecimiento desde la comunidad empresarial.

Además, como resalté anteriormente, este apoyo podría alcanzar niveles altos de gobierno, y a la larga, organismos multilaterales. Las negociaciones comerciales serían un conducto natural. Estos negociadores, por lo general, vienen de los ministerios de comercio y suelen mostrar interés por las soluciones con ganancias seguras para resolver sus problemas; quieren que la economía y las industrias de su país sean consideradas fiables y transparentes. Si los negociadores comerciales llegasen a percibir un beneficio nacional de la verificación por parte de la sociedad, un grupo como la Cooperación Económica Asia-Pacífico podría emitir pautas para la verificación por la sociedad similares a las que otorgó para la seguridad de la cadena de distribución. Esto fortalecería la importancia de la verificación por parte de la sociedad dentro de la comunidad empresarial. Pero de nuevo, el impulso inicial debe provenir de los profesionales de la industria cuyos incentivos armonicen con las metas de la verificación por parte de la sociedad.

Es necesario, es útil. Algunas de las posibilidades que analizaron Rajagopalan e Ibrahim, como la falta de voluntad ciudadana para participar en la verificación, parecen estar relacionadas casi por completo con la detección de instancias donde se utilizan armas de destrucción masiva. Pero desde mi punto de vista, es más bien en el lado de la cadena de distribución que de detección donde la verificación por parte de la sociedad no sólo tendrá más posibilidades de tener éxito, si no donde será más necesaria.

Bajo los tratados de control de armas, existen varios mecanismos vigentes para detectar el uso de armas de destrucción masiva. Se espera que los medios den cobertura del uso de armas biológicas, químicas y radiológicas, esto constituye otro tipo de verificación. Pero en el ámbito de las cadenas de distribución, pocos instrumentos jurídicos internacionales se hacen cargo de la seguridad. A su vez, es probable que las organizaciones de periodistas tampoco descubran quebrantamientos de seguridad. Por lo tanto, la verificación por parte de la sociedad recibiría mayor aceptación en las cadenas de distribución y cerraría la brecha de seguridad más amplia.



 

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