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By Wael Al Assad: ES, November 7, 2014
Sinan Ulgen nos criticó a Li Bin y a mi por nuestro acercamiento "moral" hacia el desarme. Él consideró que su perspectiva es mucho más realista que la de nosotros. Sin embargo, cuando Li Bin y yo abogamos por el desarme completo, lo más importante es responder a las amenazas reales y resolver los problemas verdaderos de seguridad en el mundo. El apoyo hacia el desarme resulta ser la correcta actitud moral, pero, ¿dónde se encuentra la contradicción intrínseca entre las actitudes moralistas y las realistas?
Puedo señalar varios momentos en esta mesa redonda cuando la opinión "moralista" mía y de Li ha concordado mejor con los imperativos de la seguridad global que con la opinión supuestamente realista de Ulgen. Primero, Ulgen argumenta que el mundo de hoy en día es más seguro, cuando pocos Estados poseen armas nucleares, de lo que sería si no existieran armas nucleares. Pero, si es verdad, ¿por qué los Estados con armas nucleares se unieron desde un principio al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP)? ¿Se unieron de manera ingenua a un tratado que de cierto modo haría del mundo un lugar menos seguro? No es probable. Una explicación más convincente es que para preservar el monopolio nuclear, se comprometieron falsamente (aunque legalmente vinculante) para con el desarme. Sin embargo, un requisito básico para un sistema internacional seguro es que las naciones puedan confiar en que las otras naciones cumplan con sus compromisos (o sabrían que, en caso de no cumplirlos, que habría una mecanismo viable de ejecución que pudiese ser utilizado). La confianza que requiere el sistema internacional se ve socavada, en lo referente a las armas nucleares. El colapso de la confianza amenazaría la seguridad global y, al final, al sistema internacional en sí. Bajo estas circunstancias, ¿sería irrealista o puramente moralista insistir en un desarme general?
Segundo, Ulgen se opone al desarme completo al señalar que las armas nucleares, mediante el paraguas nuclear de la OTAN y la disuasión extendida de EE.UU., proporcionan la seguridad a los países sin armas nucleares. Pero aunque se haga a un lado la ilegalidad de extender un paraguas nuclear a un grupo de miembros no nucleares del tratado, muchas partes del TNP consideran que la disuasión extendida y el paraguas nuclear de la OTAN son serias preocupaciones de seguridad. El problema es que la disuasión extendida ha creado una tercera categoría de partes en el tratado. Además de los Estados con armas nucleares, ahora hay dos tipos de Estados no nucleares, aquellos que gozan de los beneficios de la disuasión nuclear y aquellos que no. A estos países me refería en la segunda ronda cuando escribí que, si las armas nucleares brindan la seguridad a las naciones que las tienen, "¿qué no otras naciones deberían robustecer su seguridad al emplear sus propios elementos de la disuasión nuclear?" Si lo hicieran, las implicaciones de seguridad serían realmente verdaderas.
Tercero, Ulgen puntualizó que "en un mundo ‘cero’, los incentivos de los estados canalla para adquirir armas nucleares serían tan poderosos que ninguna amenaza podría sobrepasarlos, a menos que fuera la destrucción garantizada del Estado o la eliminación de su liderazgo". En efecto, Ulgen cree que el desarme y el régimen de no proliferación colapsarían cuando el primer "Estado canalla" adquiriera armas nucleares. El término "Estado canalla" es una clasificación subjetiva y parcial, sin mencionar que es un recordatorio desagradable de la era de George W. Bush. Pero más allá de esto, un Estado que a menudo se considera como "canalla" ya ha adquirido armas nucleares: Corea del Norte. ¿Se ha derrumbado el régimen de no proliferación como resultado? No. Por lo tanto, no sé que tipo de lecciones pueden aprenderse de esta única instancia de proliferación.
Por otro lado, la posesión de armas nucleares de Israel está mermando, en las mentes de los diseñadores de políticas del Medio Oriente, la credibilidad del desarme y el régimen de no proliferación. Los Estados en el Medio Oriente ven la capacidad nuclear de Israel como una amenaza directa a su seguridad y han empezando a cuestionar el criterio utilizado hace mucho para unirse al tratado. Si los países a lo largo y ancho de la región se salieran del tratado, las implicaciones de seguridad efectivamente serían serias. La única manera de anticipar este resultado a largo plazo es de llegar al desarme general. Una vez más, Li y yo hemos argumentado a favor del "cero" utilizando como base las percepciones reales de amenazas y las preocupaciones de seguridad. Tal vez el desarme sea una cuestión moral, pero eso no es lo único.
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