Cada tecnología a su debido tiempo y en su debido lugar

By Wang Haibin (ES), August 9, 2012

En su primer ensayo de la Mesa Redonda, Anthony Turton presentó un análisis perspicaz de los vínculos entre la escasez de agua, las demandas de la electricidad y el cambio climático en Sudáfrica. También describió ideas inspiradoras para atenuar las restricciones de agua en el país al usar la energía nuclear para la desalinización del agua de mar. Sin embargo, me parece que aunque las ideas de Turton puedan funcionar en Sudáfrica, su aplicación es limitada en muchos otros lugares — incluyendo a China.

Si la energía nuclear se va a desarrollar de una manera sostenible — la relación entre el costo y el beneficio siempre se debe tener en cuenta claramente — y en diferentes ubicaciones, la energía nuclear podría presentar diferencias marcadas en la relación entre el costo y el beneficio. En los países en desarrollo que presentan un suministro restringido de agua y un abastecimiento de electricidad menos restringido, tiene sentido que utilicen la energía nuclear para la desalinización del agua de mar (y hasta para bombearla a lugares lejanos). Pero en las naciones en desarrollo donde la población se ve afectada por una apremiante falta de electricidad, la idea de consumir una gran parte de la energía para generar agua fresca pareciera carecer de una base económica sólida.

China, un país cuyas necesidades económicas y eléctricas van rápidamente en aumento, en la actualidad opera 15 reactores nucleares. Más de una de estas plantas se usa para la desalinización del agua de mar, pero sólo cuando, como en el caso de la instalación Hongyanhe en la provincia Liaoning, la desalinización es inevitable. Los reactores de agua presurizada en la instalación de Hongyanhe requieren una gran cantidad de agua fresca para operar y las fuentes locales de agua fresca son insuficientes para este propósito. Por lo tanto, la planta ha sido diseñada para desalinizar más de 10,000 metros cúbicos de agua de mar diariamente para su propio funcionamiento.

De manera significativa, la tecnología de desalinización por la cual la planta ha optado es la ósmosis inversa. Esta decisión es importante porque la ósmosis inversa utiliza menos energía por unidad de agua fresca producida que cualquier otro método de desalinización, haciendo así que las necesidades energéticas y los costos económicos de la desalinización sean aceptables para los operadores de la planta. Pero — de acuerdo a una entrevista que recientemente le hice al economista principal en China Guangdong Nuclear Power Group, el dueño de la planta — la compañía no tiene planes para más desalinización de agua de mar de lo que necesita la instalación de Hongyanhe para su propio funcionamiento.

La decisión de la compañía en lo referente a la desalinización refleja una compensación entre la demanda de agua y de energía; tal contrapartida es común en el mundo en desarrollo, donde muchos países requieren de más agua, más electricidad o de ambas. Yo creo que en un mundo donde 1.5 mil millones de personas carecen de acceso a la electricidad, la demanda energética, en general, es más grave que la demanda de agua.

Esto no debe minimizar la gravedad de la escasez de agua en muchos países, y mucho menos en África — donde las sequías persistentes en naciones tales como Sudán y Somalia han contribuido a los conflictos sangrientos en los últimos años. Debido a que la sequía constante en algunas regiones está entre los resultados esperados del cambio climático, es difícil disociar los conflictos relacionados a la sequía con el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera. Por lo tanto, para que países tales como Sudán minimicen los retos climáticos que encaran, los países del mundo deben aumentar sus esfuerzos para reducir las emisiones de dióxido de carbono — por ejemplo, por medio de un mayor uso de fuentes de energía baja en carbono, tal como la energía nuclear. No existen garantías de que la energía nuclear vaya a contrarrestar los peores efectos del cambio climático, pero por lo menos esa opción es alentadora.

Por último, no estoy de acuerdo con las declaraciones de Turton de que Sudáfrica “tiene grandes reservas de torio” y que “está posicionada de manera ideal para usar reactores eléctricos a base de torio”. Creo que estas afirmaciones son demasiado optimistas y tal vez muy simplificadas — en vista del hecho de que India, un país con mayores reservas de torio que Sudáfrica, con ambiciones bien conocidas en la tecnología de torio y con 20 reactores nucleares operando en la actualidad, se basa a pesar de ello primordialmente en los reactores de agua a presión en sus instalaciones nucleares. Los reactores eléctricos a base de torio son sin lugar a duda una maravillosa idea pero, al igual que los reactores reproductores rápidos, encajan más en el futuro que en el presente. Es probable que transcurran muchos años antes de que los reactores de torio se conviertan en una tecnología madura.



 

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