The authoritative guide to ensuring science and technology make life on Earth better, not worse.
By Polina Sinovets: ES, February 1, 2017
El doctor Pangloss, el famoso personaje de Voltaire, se pasó la vida creyendo que «en este mundo, el mejor de todos los posibles, todo será para mejor». En una afirmación de mi colega de mesa redonda Joelien Pretorius, acerca de que el texto sobre desarme en el Tratado de No Proliferación Nuclear es inequívoco, siento un poco a Pangloss.
El texto del tratado sobre desarme es todo menos inequívoco. Requiere que sus signatarios lleven a cabo negociaciones «de buena fe» pero, en ausencia de buena fe, ¿qué significa el texto? De hecho, si todas las partes del tratado hubieran demostrado buena fe durante el transcurso de los años, en la actualidad no habría necesidad de procurar un tratado de prohibición de las armas nucleares. El desarme nuclear general ya se habría negociado.
La Sudáfrica de Pretorius es digna de admiración por haber eliminado sus armas nucleares. Sin embargo, otras naciones creen, tomando prestadas las palabras del politólogo ruso Sergey Karaganov, que «Dios envió las armas nucleares para salvar a la humanidad». La Iglesia Ortodoxa Rusa ha dado su bendición a las armas nucleares del país. En lo que concierne al Estado ruso, los llamamientos al desarme nuclear general son una mera hipocresía. El desarme general solo beneficiaría a las naciones con fuerzas convencionales superiores.
Pretorius sostiene que la disuasión nuclear no funciona pero, en la opinión de Rusia, sí lo hace. Si no es así, ¿por qué la OTAN ha respondido con tanta cautela a la política nuclear rusa durante los últimos años? Es más, ¿por qué Moscú sigue evitando con cuidado cruzar las líneas rojas de la OTAN? Sin dudas, podría sostenerse que el equilibrio de las armas convencionales permite la disuasión entre ambas partes. No obstante, la historia demuestra que la fiabilidad de la disuasión convencional es dudosa, mientras que no existe ninguna prueba directa que indique que la disuasión nuclear no funcione.
La reputación de las armas nucleares es temible, pero han sido las armas convencionales las que han causado el mayor número de víctimas en la historia de la guerra. Poco después de crear las armas nucleares, los seres humanos entendieron que se encontraban al borde de la autodestrucción, y desde entonces han logrado evitar su uso. Podría incluso sostenerse que las armas nucleares ni siquiera son armas de guerra, sino armas para el diálogo. De hecho, esta puede ser la razón por la que Rusia les confiere tanta importancia.
Digo todo esto solamente para hacer hincapié en que el progreso hacia el desarme nuclear es posible solo si las distintas partes reconocen los procesos de pensamiento y puntos de vista de las demás. Sudáfrica merece nuestros elogios por haber logrado el desarme, pero otras naciones viven en condiciones diferentes y tienen diferentes formas de entender el mundo. Es cierto que puede animarse a Rusia a desarmarse pero, desde la perspectiva de ese país, procurar una prohibición completa de las armas nucleares es un juego deshonesto cuya finalidad es socavar su soberanía. Un objetivo más realista sería implicar a Rusia en ulteriores reducciones nucleares y control de armas.
Si un concepto ha demostrado su utilidad en el pasado, como es el caso de la disuasión nuclear, debe procederse con mucha cautela antes de abandonarlo. A su vez, sostener que la disuasión no es eficaz puede, en lugar de descalificarla, descalificar los propios argumentos.
Topics: Nuclear Weapons
Share: [addthis tool="addthis_inline_share_toolbox"]