Equilibrando la modernización y el desarme

By Lu Yin: ES, January 16, 2015

En el control y desarme de armas nucleares, se evidencian dos tendencias en juego: en varios lugares se aspira a la eliminación de las armas nucleares y a un deseo práctico entre los estados con armas nucleares de modernizar sus arsenales. ¿Qué tipo de equilibrio puede ser obtenido entre estas dos fuerzas?

Las potencias nucleares sienten la necesidad de modernizar sus arsenales por tres razones principales. Primero, en el ambiente de seguridad internacional de hoy en día, todavía consideran necesarias a las armas nucleares, principalmente por su poder de disuasión. Segundo, las armas nucleares siguen jugando un rol importantísimo para mantener la estabilidad estratégica global. Tercero, mientras que existan los arsenales nucleares, la modernización es necesaria para tener armas seguras y confiables.

Mientras tanto, los defensores del desarme argumentan que las armas nucleares deben ser prohibidas y los arsenales destruidos debido a las desastrosas consecuencias que caerían sobre la raza humana si estas armas fueran alguna vez usadas. Incluso los estados con armas nucleares mismos, aun mientras enfatizan la necesidad de modernizar sus arsenales, reconocen que las armas nucleares deberán ser eliminadas al final. Por ejemplo, la administración de Obama lanzó en el 2009 una iniciativa vigorosa para alcanzar un mundo libre de armas nucleares.

Pero la gran inversión estadounidense en la modernización nuclear parece contraponerse al objetivo del desarme nuclear. Entre 2014 y 2023, Estados Unidos calcula que gastará $355 mil millones en su modernización. La reducción de ojivas estadounidenses concebida bajo el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (New Start) será contrarrestado por la modernización de la calidad del arsenal de Estados Unidos. Mientras tanto, el Ataque Global Inmediato (Prompt Global Strike) y los programas de defensa de misiles balísticos de Washington plantean nuevos retos a la estabilidad estratégica.

China también siente la necesidad de modernizar sus fuerzas nucleares para mejorar la capacidad de supervivencia y mantener una fuerza mínima de disuasión nuclear creíble. Pero estos son los únicos objetivos para sus armas nucleares. Entre los cinco estados reconocidos con armas nucleares, China es la única nación que se ha comprometido a una política incondicional de no-usar-primero. Esta política ha puesto restricciones constantes en el desarrollo de la fuerza nuclear china (que de cualquier modo, jamás ha sido una prioridad para la conducción de la modernización militar en Pekín). China aboga constantemente por un mundo libre de armas nucleares. Nunca ha participado en una carrera de armas nucleares. Nunca ha desplegado armas nucleares en el territorio de otro país.

Desafortunadamente, la mayoría de los estados con armas nucleares —incluyendo a Estados Unidos— todavía atribuyen a las armas nucleares un rol importante en sus estrategias para salvaguardar su seguridad. Washington, en su más reciente Revisión de Postura Nuclear, decidió ya no atribuir ciertas tareas marginales o irrealistas a las armas nucleares, pero no hizo ningún cambio fundamental en el rol de las armas nucleares estadounidenses o en su estrategia bélica militar nuclear. Mientras que las armas nucleares jueguen un rol tan crucial en la estrategia estadounidense, y mientras que Estados Unidos mantenga el deseo de seguridad absoluta, Washington no reducirá su arsenal nuclear a niveles relativamente bajos o hará cambios dramáticos en su programa de modernización actual. Mucho de lo dicho también es cierto para el caso de Rusia.

Por lo tanto las naciones con armas nucleares consideran que la modernización es algo indispensable, pero cualquier avance hacia el desarme parece imposible mientras que los programas de modernización sigan a paso veloz. ¿Cuál es el camino para salir de este apuro? La clave, como las estrategias nacionales nucleares determinan la dirección de los programas nucleares, es ajustar las estrategias nacionales para que se enfatice menos el rol de las armas nucleares.

Si Estados Unidos y Rusia alteran significativamente sus estrategias nucleares, serían posibles más reducciones sustanciales en los arsenales. Si los arsenales de las dos naciones son reducidas, otros estados se animarán a considerar cómo y cuándo podrían participar en los procesos multilaterales de desarme. El desarme multilateral no será tarea fácil, como lo demuestra la historia de negociaciones de desarme ruso-estadounidenses, ya que hasta los procesos bilaterales son muy difíciles. Aun así, más progreso de parte de Estados Unidos y Rusia podría servir como inspiración a otras naciones con armas nucleares.

Pero existe una complicación más: los sistemas de defensa de misiles y las capacidades del Ataque Global Inmediato representan una seria amenaza a la estabilidad estratégica y al desarme. New Start no impuso ninguna restricción sobre el desarrollo de defensas de misiles de balística o sobre armas convencionales avanzadas, y las innovaciones en cualquier de estas tecnologías podrían desatar una nueva carrera armamentista nuclear. Por consiguiente, se requiere de gran discreción cuando se trata del desarrollo o despliegue de tales sistemas. (New Start, incidentemente, también deja a Estados Unidos con una gran capacidad nuclear de "upload" (recarga). Es decir, Estados Unidos tiene muchos misiles desplegados a los cuales podrían recargar las ojivas que han quedado fuera de servicio. Rusia, en contraste, tiene muy poca capacidad de "upload".)

La eliminación de las armas nucleares no parece ser factible en esta etapa. La modernización de los arsenales nucleares seguramente seguirá adelante. Pero sí es posible y muy importante alcanzar un balance entre la modernización y el desarme. Bajo dicho enfoque, la estrategia nuclear sería ajustada para que las armas nucleares asumieran menos importancia en al seguridad nacional. Así desaparecerían gradualmente las razones prácticas para poseer armas nucleares. Todos los países con armamento nuclear serían alentados a reducir sus arsenales. Sin embargo, son Estados Unidos y Rusia, las dos superpotencias nucleares, que deben tomar la delantera, establecer confianza y fijar un buen ejemplo para las otras naciones.



Topics: Nuclear Weapons

 

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