La estabilidad antes del desarme

By Matthew Kroenig: ES, February 20, 2015

Esta mesa redonda nos ha revelado las áreas de concordancia entre Lu Yin, Eugene Miasnikov y yo. Todos los autores creen que los Estados deben buscar el desarme, como lo estipula el Artículo VI del Tratado de la No Proliferación Nuclear, sin embargo, creen que la modernización nuclear será necesaria mientras las fuerzas nucleares existan. Mis colegas y yo discrepamos principalmente en las preguntas sobre el tiempo oportuno y la secuencia.

Lu y Miasnikov creen que existe una formula mágica para el ritmo y el alcance de los esfuerzos de la modernización nuclear, la que permitirá la disuasión y el desarme de manera simultánea. Dudo que sea posible, o hasta que represente la mejor manera para reflexionar sobre el problema. Al contrario, creo que Estados Unidos deberá sortear su arsenal nuclear, necesario para disuadir las amenazas actuales para la paz y la seguridad internacional. Del mismo modo, todos los estados deberán trabajar juntos para mermar las tensiones internacionales para que el desarme pueda ser alcanzado en el futuro. Ya que se satisfagan las condiciones, las reducciones nucleares llegarán fácilmente.

Hay más que perder. Mis dos colegas me acusan de abogar por la seguridad absoluta de los Estados Unidos. Estoy confundido sobre el motivo de esta acusación, ya que creo que la seguridad absoluta jamás ha sido una eventualidad para alguna nación. Efectivamente, la seguridad es un bien escaso, hasta en el siglo  XXI, como lo ha demostrado la invasión rusa de Ucrania.

En el ensayo más reciente, Miaskniov se preguntó si yo creía que "el arsenal nuclear de Rusia [era] superior de manera cualitativa que el de Estados Unidos". No, no lo creo. Sin embargo, Rusia recientemente ha invadido una nación soberana, se ha involucrado en una contienda de sables nucleares, mencionó reducir el límite para recurrir a las armas nucleares y ensayó nuevas capacidades nucleares. El presidente Vladimir Putin ha pronunciado amenazas nucleares poco sutiles. Todo ello da cabida a las preocupaciones sobre las capacidades de Rusia y su compromiso con la seguridad internacional.

Miasnikov ha argumentado que Washington y Moscú deberán salvar el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (el Tratado INF) si es posible, y estoy completamente de acuerdo. (Pekín también tiene un gran interes en el asunto, ya que China quedaría vulnerable a las fuerzas nucleares de rango intermedio en Rusia). Soy esceptico, sin embargo, de las intenciones rusas en cuanto al Tratado INF. Por muchos años, Putin no ha sido discreto sobre su deseo de romper con las limitaciones del tratado. Sin embargo, si Rusia no vuelve a cumplir con el tratado, las otras naciones se verán forzadas a responder. El tratado es "una vía doble", para tomar las palabras del Secretario de Defensa entrante de EE.UU., Ashton Carter, que también dijo durante las audiencias de ratificación en el Senado, el 4 de febrero: "Si no quieres el tratado, pues bien, si tú eres absuelto de las limitaciones del tratado, pues, nosotros también". Del mismo modo, un funcionario de alto rango del Pentágono, durante una audiencia del Congreso, el 10 de diciembre, señaló lo siguiente: "Nosotros no tenemos misiles de crucero desplegados por tierra en Europa en la actualidad, evidentemente, porque están prohíbidas por el tratado, pero obviamente sería una opción a explorar". Por supuesto que Europa es más segura sin misiles. Pero Moscú (y Pekín) tienen mucho más que perder que Washington si las acciones de Rusia desataran una carrera armamentística desenfrenada de armas nucleares de rango intermedio en Eurasia.

Los misiles de crucero desplegados por tierra no son las unicas capacidades nucleares que deben volverse a evaluar a la luz de los recientes eventos. El arsenal completo de Rusia de 2.000 armas nucleares estratégicas, que le brinda a Moscú una ventaja abrumadora en el campo de batalla en contra de sus vecinos (lo que incluye a los miembros más al este de la OTAN), parece menos benigno de lo que fuere hace un año. Si Rusia continua haciendo amenazas nucleares, y sigue tercamente negándose a reducir las fuerzas nucleares mediante las negociaciones del control de armas, el Occidente tal vez tendrá que dar pasos para asegurarse de tener las opciones creíbles para disuadir y, si es necesario, vencer la agresión nuclear en sus fronteras extranjeras.

Miasnikov apunta acertadamente que las decisiones que se toman hoy sobre la postura nuclear tendrán consecuencias duraderas. La muerte del Tratado de INF podría tener consecuencias graves debido a las decisiones apresuradas. Un error aún más garrafal sería el fracaso de la OTAN de mantener una postura nuclear que fuera suficiente para disuadir aún más la beligerencia rusa en Europa del Este.



Topics: Nuclear Weapons

 

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