Los problemas principales con la disuasión mínima

By Li Bin: ES, September 18, 2014

El desarme nuclear está progresando muy lento. Algunos han sugerido que el paso podría acelerarse si los objetivos del desarme fueran, en lugar de eliminar los arsenales nucleares, reducirlos hasta convertirlos en una fuerza disuasiva mínima. Pero hablando realísticamente, ¿cómo podría esta estrategia afectar a los regímenes existentes de desarme y no proliferación?

Primero, minaría la solemne voluntad política de los cinco estados dotados de armas nucleares a comprometerse con el desarme. Segundo, y cómo resultado, socavaría los compromisos de no proliferación realizados por las partes no nucleares del Tratado de No Proliferación. Para estas naciones, el desarme completo es el meollo del tratado. Si la abolición dejara de ser el objetivo, sería muy difícil para los estados con armas nucleares explicar por qué ellos sí tienen el permiso de poseer armas nucleares, mientras que otros países no lo tienen. Y se esperaría que los estados no nucleares retiraran su apoyo hacia los esfuerzos más importantes de no proliferación.

Aun así, bajo ciertas circunstancias, una estrategia de disuasión mínima podría tener algo de valor. Si el enfoque de la disuasión mínima pudiera obtener profundos recortes nucleares más rápido que el enfoque abolicionista pudiera alcanzar su objetivo, entonces los profundos recortes deberían considerarse como un avance positivo. Incluso, estos recortes representarían tan sólo un paso interino en el proceso para lograr el "cero" y no un sustituto del objetivo original del desarme.

Innovación perturbadora. A lo largo de los años, uno de los principios fundamentales guiando las reducciones nucleares que llevan a cabo Estados Unidos y Rusia (o la Unión Soviética) ha sido la estabilidad estratégica. De acuerdo con la teoría de estabilidad estratégica, los rivales nucleares tienen muy pocos incentivos para lanzar un ataque nuclear en contra del otro, o de ampliar los arsenales nucleares – si el arsenal del otro lado contiene un cierto número de armas que han sobrevivido. Por lo tanto, la disuasión mínima es la estrategia que busca emplear la menor fuerza necesaria para disuadir un ataque nuclear.  

En un país determinado, el tamaño de la disuasión mínima nuclear depende de la capacidad ofensiva y defensiva de sus rivales. Hoy en día, las fuerzas estratégicas nucleares estadounidenses y rusas parecen demasiado grandes para servir el propósito de la disuasión mínima nuclear, mientras que aquellas de Francia, Reino Unido y China se acercan más al estándar. Si Estados Unidos y Rusia redujeran sus fuerzas nucleares a un nivel apropiado para la disuasión mínima y los otros tres estados nucleares se unieran al proceso, esto representaría un progreso verdadero para lograr el desarme global.

Pero esto no muestra toda la historia. Ciertamente, un arreglo multilateral para la disuasión mínima nuclear promovería a primera vista la estabilidad. Bajo este régimen, nadie tendría que preocuparse por el tamaño de las fuerzas nucleares de otros países. Pero, esto es cierto sólo si los factores nucleares se toman en cuenta y si se ignoran los demás factores no nucleares. Es decir, nuevos desarrollos tecnológicos en el reino no nuclear podrían cambiar los cálculos nucleares de los estados armados y complicar la situación radicalmente.

Un escenario para dichos desarrollos podría encontrarse en las capacidades de servicios de inteligencia. La inteligencia mejorada en uno de los estados nucleares siempre tiene el potencial para reducir la capacidad de supervivencia de dichas armas nucleares en otra nación. El estado con la capacidad de supervivencia reducida deberá compensar de alguna manera, teniendo como opción obvia el incremento de su arsenal nuclear. Un segundo escenario para desarrollos tecnológicos perturbadores serían los sistemas de defensa de misiles. Si cualquier estado desarrolla un sistema eficaz de defensa de misiles, sus rivales podrían sentir la necesidad de aumentar sus arsenales nucleares para poder penetrar su sistema de defensa. Un tercer escenario es aquel de ataques convencionales precisos. Algunas armas convencionales de largo alcance podrían llegar a destruir las armas nucleares de un enemigo o interrumpir los lanzamientos nucleares. De nuevo, incrementar el arsenal nuclear podría ser una respuesta. Así que, aún si se pudiera desarrollar un régimen multilateral de la disuasión mínima nuclear, el arreglo no sería estable ni permanente. Las naciones podrían apoyar el régimen bajo ciertas circunstancias, pero al cambiar las condiciones en servicios de inteligencia, defensa de misiles o de capacidades de lanzar ataques convencionales, estas naciones se podrían preocupar.

Nada de esto sería pertinente si se abolieran por completo las armas nucleares. Bajo un escenario abolicionista, la destacada capacidad de servicios de inteligencia sería una fuerza positiva porque podría utilizarse para detectar alguna violación del régimen de desarme. La defensa con misiles podría impedir las violaciones dado que  harían de una pequeña cantidad de armas nucleares ocultas menos eficaz. En general, las innovaciones tecnológicas serían más capaces de apoyar, en vez de oponerse a un mundo con un "cero global".

Defina sus términos. Quizá un problema más fundamental para lograr la disuasión mínima nuclear es que la disuasión mínima es algo difícil de cuantificar. Primero, no existe un consenso al respecto de cuántas ojivas son suficientes para impedir un ataque nuclear durante una represalia. Las estimaciones podrían variar de algunas docenas a algunos centenares. Segundo, no existe un consenso al respecto de cuántas ojivas nucleares adicionales se necesitan para asegurar la capacidad de supervivencia en contra de los ataques nucleares y convencionales del enemigo, ni para penetrar los sistemas de defensa de intercepción de misiles del enemigo (las estimaciones dependerán significativamente de las suposiciones que se hagan acerca de la capacidad de respuesta a las armas nucleares de un rival). En la ausencia de un camino universalmente aceptable para calcular el tamaño apropiado para la disuasión mínima nuclear, los límites deberán establecerse por medio de negociaciones. Dichos límites, inevitablemente tendrían un aspecto arbitrario. .Pero para definir la "abolición completa de armas nucleares", creo que sería suficiente decir que ningún país puede poseer algún artefacto explosivo nuclear.

Similarmente, la verificación sería más fácil en un mundo libre de armas nucleares que en un régimen construido sobre la disuasión mínima. En un mundo libre de armas nucleares, las naciones no necesitarían laboratorios o instalaciones de producción para las armas nucleares. No necesitarían grandes depósitos de material fisible. No necesitarían personal militar nuclear. Cualquier evidencia de que estas instalaciones, depósitos o personal existieran, sería evidencia de una violación. Por lo tanto, la verificación sería muy directa. Adicionalmente, la naturaleza invasiva de los procedimientos de verificación no serían de gran preocupación, ya que si los estados no tuviesen instalaciones o capacidades nucleares, no se preocuparían de que las inspecciones invasivas pudiesen detectar sus diseños de armas nucleares. Intente comparar esto con un régimen de disuasión mínima, donde los laboratorios nucleares y lo demás aún existiría, haciendo más complicadas las verificaciones y sin hacer nada para reducir las preocupaciones por el carácter intrusivo de las verificaciones. 

Estas dificultades con las definiciones y las verificaciones sirven como evidencia que la disuasión mínima no puede ser una solución que funcione a largo plazo para el problema de las armas nucleares. Un régimen de disuasión mínima podría demostrar ser un paso interino que sirva para lograr el desarme. Pero el objetivo final debe seguir siendo la abolición completa de las armas nucleares.



Topics: Nuclear Weapons

 

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