Mujeres: desde formuladoras de opinión hasta diseñadoras de políticas

By Salma Malik: ES, May 29, 2014

A menudo se insinúa que las mujeres aportan una perspectiva distinta a las cuestiones y procesos de toma de decisiones políticas, pero en realidad, la perspectiva aportada no tiene nada de "femenina".

Hace pocos años, Rose Gottemoeller, ahora subsecretaria de Estado para el control de armas y la seguridad internacional, utilizó con reverencia el término "mujeres de destrucción masiva" en una reunión informal con un grupo de mujeres pakistaníes que realizan estudios de seguridad. El grupo al que se refería era joven y energético. Estas mujeres conocían a fondo el tema y entendían la política a su alrededor. A pesar de lo que podría insinuar el término de Gottemoeller, ninguna de ellas realizó un trabajo con un matiz de género.

Si adelantamos a este año, cuando, en el congreso de mujeres líderes, yo le planteé a Sujatha Singh, la secretaria de asuntos exteriores de la India, la siguiente pregunta capciosa; ¿qué legado le dejará a su secretaria de asuntos exteriores, en especial, en el conflicto India-Pakistán? Singh respondió, de manera muy pragmática, que su legado no sería diferente del que dejaría algún homólogo.

En este mismo año, durante un evento de presentación del informe de seguridad regional donde colaboré, una activista social me preguntó de manera acertadamente: ¿por qué el informe no pudo demostrar una perspectiva de género? Tuve que concordar en que su punto de vista era legítimo.

Esta experiencia hizo que me diera cuenta que muchas mujeres, tal vez la mayoría, abordan temas como el desarme, el diseño de políticas y la ciencia y tecnología, con una perspectiva establecida, dominada por el hombre, en vez de desarrollar un punto de vista alternativo. Las mujeres en el mundo de la política no sólo deben de demostrar que son competentes, sino también deben sobrepasar los obstáculos de los estereotipos. Deben comprobar que son iguales que sus homólogos, o, por lo menos, deben de intentar verse sin género. Por consiguiente, las mujeres a menudo asumen un papel severo, duro y "masculino".

Los estudios de seguridad y diseño de políticas pertenecen a un mundo de competencia feroz. Las mujeres, de por sí, ya tienen una desventaja en ese entorno difícil por el hecho de que no son numerosas. Por lo tanto, siempre se encuentran batallando para ocupar un espacio, para que escuchen sus voces, y sean tomadas en serio, para ser lo suficientemente hombre y ser respetadas. Y aunque la participación de mujeres es escasa en círculos políticos, en especial en altos niveles, la situación podría ser más grave de lo que parece; es dudoso que las mujeres incidan al nivel que deberían aún con su baja representación.

Áreas duras y blandas. Algunas áreas de investigación son consideradas como duras: el diseño de políticas nucleares, la proliferación de misiles, la carrera armamentista y ahora la guerra cibernética. Estos temas son generalmente dominados por hombres. Otros temas, tales como el género y la seguridad, los derechos de las mujeres, la reconstrucción posconflicto y el activismo son caracterizados como más blandos, más femeninos. Las mujeres no tienen mucha representación en los temas "duros"; cuando sí trabajan con estos temas, suelen realizar una labor sin genero, que refuerza ampliamente la narrativa dominante masculina. Las mujeres son más representadas cuando se trata de temas "blandos", pero los temas en sí son considerados menos importantes. Además, la investigación de las áreas "blandas" a menudo atrae elementos de antropología o sociología y de acercamientos interdisciplinarios, que por lo general, no son utilizados en los temas "duros".

En Pakistán y la India, las mujeres que aportan a los temas "duros" suelen ser, más que nada, más estrictas y suelen apoyar más a las narrativas establecidas de sus homólogos. Mientras tanto, salvo algunas excepciones, las mujeres que trabajan con temas nucleares se muestran renuentes  a trabajar con temas de desarme, de peligros de la liberación accidental nuclear y de desechos nucleares y sus efectos negativos en la población civil (mujeres y niños antes que nada). Algunas periodistas femeninas se dedican a estos temas, y algunos activistas también, pero las mujeres casi no aportan nada sobre estos temas bajo el contexto de publicaciones académicas y debates formales de política.

¿Por qué? Puede que los temas nucleares en Pakistán y la India estén completamente entrelazados a la narrativa de la construcción de la nación. Estos países han ido más allá de las etapas iniciales del desarrollo nuclear, pero el discurso de los temas nucleares, en efecto, es propiedad estatal y guiado por el mismo. Para cualquier formulador de opinión, hombre o mujer, ganar la credibilidad y la aceptabilidad depende de la creación de un nicho personal que refuerce el discurso nacionalista.

En Pakistán, el número de estudiantes mujeres que cursan estudios de seguridad y de defensa ha ido aumentando con el paso del tiempo. Y una gran minoría de estudiantes mujeres se están enfocando en los temas nucleares. Pero de nuevo, estos estudiantes no se centran en el tema de desarme, o, en general, en perspectivas alternativas sobre temas nucleares que podrían desafiar seriamente los puntos establecidos previamente. Tal vez sea debido a que los miembros de las facultades alejan a las mujeres jóvenes de estos enfoques. O, porque los jóvenes entrantes al mercado laboral creen que es más fácil entrar si siguen un camino establecido que si experimentan con valentía. (Como un punto aparte, si le preguntan a cualquier mujer joven en el ámbito de estudios de seguridad quiénes fueron sus mentores, pocas de ellas nombraran a otra mujer).

Problemas similares pertenecen en el ámbito técnico. En Pakistán, varias mujeres extraordinarias han obtenido formación académica de alto nivel y se han convertido en científicas o técnicas brillantes, realizando labores de alto calibre en la cima de organizaciones de investigación. Pero aún así, rara vez pueden llegar a la cima de los niveles más altos en la comunidad científica o adquirir una voz en la política nuclear y la toma de decisiones. Por lo tanto, algunas mujeres tal vez no influyan al grado que deberían aún con sus exiguas cifras.

Derrumbar el mito. La perspectiva de los temas de seguridad centrada en el Estado, dominada por hombres, que tiene el poder en Pakistán, ya no puede considerarse adecuada para resolver la serie de grandes retos de seguridad que está encarando el país. Por ejemplo, las preocupaciones de la seguridad alternativa, tales como las estrategias de rehabilitación posconflicto, deben incidir en la estrategia de toma de decisiones. Los desafíos de hoy en día sólo pueden ser resueltos, si se aplica un acercamiento interdisciplinario, uno que conecte los estudios de seguridad con estudios de género, sociología, antropología, historia, trabajo social y otras disciplinas.

Mientras tanto, si los estereotipos de género continúan en los estudios de seguridad, como sucede en Pakistán, las mujeres trabajando en ese ámbito no dejaran un gran legado feminista. Sí demostrarán opiniones duras, pero no participaran de manera significativa como diseñadoras de políticas. Para que las cosas cambien, más mujeres deben hacer un esfuerzo concertado para centrarse en los temas de seguridad de mujeres. Las mujeres deben cabildear para una mayor representación en todos los aspectos de política. Deben de buscar la participación de mujeres legisladoras, académicas, activistas y formuladoras de opiniones para crear una alternativa seria a la narrativa nuclear mayormente masculina: una narrativa con una gran probabilidad de llevar al desarme. Mientras las mujeres involucradas en la política sean sólo voces aisladas, nunca podrán derrumbar el mito que la política nuclear es un club sólo para hombres.



Topics: Nuclear Weapons

 

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