Recordar la humanidad y olvidarnos del resto

By Selim Can Sazak (ES), January 17, 2013

En su tercer ensayo de la Mesa Redonda, Maryam Javan Shahraki siguió defendiendo al programa nuclear de Irán de mis críticas. Considero que su caracterización del programa nuclear iraní carece de pruebas y con todo respeto la rechazo.

Las actividades nucleares de Irán no operan bajo la completa supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a pesar de lo que afirma Irán. Por ejemplo, Irán no ha cumplido con los numerosos pedimentos del organismo para permitir que realice inspecciones completas en las instalaciones para ensayos de explosivos en Parchin. Shahraki mencionó una inspección por parte del OIEA en el 2005 de la instalación en Parchin y la presentó como evidencia de la transparencia y cumplimiento iraní de las salvaguardas del organismo, pero esto es un serio anacronismo.

La negativa de Irán para otorgar acceso no restringido a los sitios nucleares ha sido señalado por altos funcionarios del organismo. En diciembre, el Director General del OIEA Yukiya Amano reiteró las preocupaciones del organismo sobre la instalación en Parchin e instó a Irán a que permita su inspección. En septiembre, Amano expresó que “Irán no ha cooperado suficientemente para permitir … que concluyamos que todo material nuclear de Irán se utiliza en actividades pacíficas”. Por ende, y contrario a las afirmaciones de Shahraki, los inspectores del organismo no han recibido permiso para visitar los sitios nucleares del país “cuando les plazca”. Los hechos valen más que las palabras.

Shahraki señala que se está consiguiendo avance diplomático entre Irán y el organismo. Esto es algo alentador, pero la historia de la diplomacia nuclear indica que no debemos entusiasmarnos mucho hasta que las negociaciones den resultados tangibles. Además, entre las razones por las cuales las iniciativas diplomáticas han fracasado hasta ahora está que Irán sigue insistiendo que la investigación del OIEA debe cerrarse cuando el organismo encuentre sus respuestas, mientras que el organismo quiere tener la posibilidad de retomar el tema cuando sea necesario. ¿Cuál es la lógica en pedir que el organismo utilice el cumplimiento actual para renunciar a su derecho de llevar a cabo actividades de salvaguardas en el futuro? Y de nuevo, ¿por qué temerle al escrutinio si no hay nada que esconder?

En varias instancias de la Mesa Redonda, mientras Shahraki argumentaba en contra de mis críticas sobre las políticas nucleares de Irán, ella presentó argumentos que creo se concentran más en mí que en la discusión. En su tercer ensayo, intentó resaltar divergencias entre mis puntos de vista y aquellos del gobierno de Turquía, el cual apoya un acercamiento diplomático para el impasse en el que se encuentra el programa nuclear de Irán. Primero, aunque soy turco, en ninguna parte de mis dos primeros ensayos de la Mesa Redonda expresé apoyo a las políticas oficiales turcas; por ende, no puedo rendir cuentas por ellas. Segundo, de hecho sí estoy de acuerdo con mi gobierno y con Shahraki de que un método diplomático es lo mejor para acabar con esta parálisis — aunque tengo mis dudas acerca de un éxito diplomático eventual.

En su tercer ensayo, Shahraki pone en entredicho mi afirmación de que no creo en las nociones de “un eje del mal”. Creo que está insinuando que escondo favoritismo por Estados Unidos e Israel. Mi lealtad personal es irrelevante a mi perspectiva académica, pero cabe señalar que condeno enérgicamente los asesinatos extrajudiciales de científicos iraníes; opino que el intercambio de combustible nuclear en 2010 entre Irán, Turquía y Brasil era la mejor solución para la crisis nuclear en Irán y no debería de haberse apresurado; y culpo en cierta forma tanto a Estados Unidos como a la Unión Europea por el fracaso continuo de las negociaciones (aunque, dos errores no dan un acierto, también culpo a Irán por el fracaso de las negociaciones).

El paraíso o la muerte. Haciendo todo esto a un lado, sigo creyendo que, como escribí en mi primer ensayo, una capacidad creíble de armamento nuclear en Corea del Norte y en Irán implicaría serios riesgos de proliferación (aunque ésta sea vertical en vez de horizontal). Estoy completamente de acuerdo con Beenish Pervaiz de que se debe establecer un marco verdadero para la abolición de armamento nuclear — “uno que permita la eliminación sistemática y verificable del armamento nuclear y que en el proceso las deslegitimicen”.

Esto, sin embargo, requerirá que el mundo demuestre decencia, humildad y madurez. Cuando el físico, Joseph Rotblat, aceptó el Premio Nobel de la Paz en 1995, junto con las Conferencias sobre Ciencias y Asuntos Mundiales de Pugwash, aludió al Manifiesto de Russell-Einstein de 1955 para recordarnos que para conseguir un mundo libre de guerra debemos: “recordar nuestra humanidad y olvidarnos del resto”. Si puedes hacer esto, se abre el camino a un nuevo Paraíso. Si no lo puedes hacer, se corre el riesgo de la muerte universal”.



 

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