Cambio climático, energías renovables y abandonar el saber convencional

Para abordar el cambio climático, es necesario que el mundo deje atrás los combustibles fósiles y pase a adoptar principalmente sistemas con bajos niveles de emisiones de carbono basados en energías renovables. Esto requiere claramente innovaciones tecnológicas, pero el cambio tecnológico no es la parte más difícil. Las tecnologías necesarias ya existen. Están mejorando rápidamente, a medida que se implementan a gran escala.

La parte más difícil de la transición a las energías renovables ha pasado de centrarse en la infraestructura existente de sistemas energéticos basados en combustibles fósiles, para pasar a enfrentarse a la resistencia política, institucional y cultural a los cambios. Esta resistencia es bastante fuerte, dado que los combustibles fósiles están incorporados profundamente, no solo en la tecnología de los sistemas energéticos, sino también en los sistemas financieros, la geopolítica, las instituciones y la cultura. Por consiguiente, para responder al cambio climático no solo es necesario invertir en innovaciones tecnológicas, sino que también es fundamental comprometerse a cambiar las instituciones, sistemas económicos y sociales, así como a llevar a cabo cambios políticos paralelos. Estos cambios podrán, a su vez, disminuir la dependencia en los combustibles fósiles con altos niveles de emisiones de carbono y permitir que prosperen las tecnologías renovables.

Transiciones inesperadas. La utilización de energías renovables a gran escala significa, fundamentalmente, cambiar las formas en las que la energía se produce, utiliza y distribuye. Esto significa que las premisas culturales e institucionales sostenidas desde hace larga data sobre la planificación energética deben reevaluarse y reformularse. También es necesario aprender sobre la marcha, a medida que los servicios públicos, reguladores, desarrolladores de energías renovables, comunidades y clientes adquieran experiencia en la implementación de sistemas de energías renovables Con esta experiencia práctica, las personas físicas y organizaciones podrán abandonar algunos de los saberes convencionales en torno al sector energético.

La buena noticia es que el saber convencional ya está siendo cuestionado. Las premisas ya están cambiando. El aprendizaje social ya está sucediendo. A la vez, todo esto está ocurriendo a medida que las energías renovables se expanden a una velocidad mucho mayor a la esperada en casi todas las proyecciones.

De hecho, una demostración impactante de la necesidad de cambiar las premisas y abandonar el saber convencional se puede ver en en muchos de los pronósticos sobre el crecimiento de las energías renovables que se han aventurado en los últimos 15 años aproximadamente. Algunas organizaciones de energía bien informadas, incluyendo la Agencia Internacional de la Energía, la Administración de Información sobre Energía de EE. UU. y la base de datos de los escenarios de la Evaluación Global de la Energía, subestimaron manifiestamente la rapidez con la que crecerían las capacidades de energías renovables. Por ejemplo, la Revisión Anual de Energía de EE. UU. de 1999 pronosticó que entre los años 2000 y 2020 solo se agregarían 800 megavatios de energía eólica, debido a que el viento era demasiado caro, en comparación con otros recursos. Sin embargo, de hecho, debido a la interrelación de un conjunto de incentivos políticos, avances tecnológicos, reducciones en los costos, aceptación social y cambios en los mercados, en Estados Unidos ya se han agregado casi 70 gigavatios de energía eólica, lo que significa que casi se ha multiplicado por 100 lo proyectado, y más de cinco años antes de lo esperado (resulta sorprendente que las proyecciones que más se han acercado a la tasa de crecimiento real de las energías renovables han provenido de la organización de defensa ambiental Greenpeace).

La parte superior del Medio Oeste de Estados Unidos nos ofrece un ejemplo que se ha dado en la vida real sobre el aprendizaje social y los cambios en las premisas. En esa zona, la utilización masiva de la energía eólica a gran escala ha cambiado la forma en la que operan los mercados de electricidad. Los cambios importantes en las reglas del mercado energético y en los métodos para controlar las turbinas eólicas -imprevistos hace 10 años- permiten en la actualidad a los generadores de energía eólica presentarse en las ofertas de los mercados de electricidad diarios, de la misma forma que sucedería con la electricidad producida a través de cualquier otra tecnología. Los generadores de energía eólica pueden entonces "corregir" sus ofertas 10 minutos antes de su envío, permitiéndoles así presentar ofertas precisas, a pesar de la variabilidad de los recursos eólicos.

Los sistemas de energía solar fotovoltaica para techos ofrecen otro ejemplo. Los paneles solares en los techos, al permitir a las personas generar su propia electricidad, han dado a las personas, hogares y comunidades un mecanismo fundamentalmente nuevo para participar en los sistemas energéticos. Esto equivale a un cambio cultural en la producción de energía. Los nuevos conceptos sobre el "prosumidor" -una persona que produce su propia electricidad- han cambiado los roles de los ciudadanos individuales en los sistemas energéticos, y los han empoderado.

En Austin, Texas, el rápido desarrollo de la energía solar fotovoltaica ha desafiado y en definitiva, modificado las premisas, por ejemplo, sobre la óptima orientación de los paneles solares. Es cierto que, en el transcurso de un año, los paneles solares orientados hacia el sur producen la mayor electricidad. Sin embargo, durante las horas de más demanda, cuando la producción de electricidad adquiere un especial valor para las compañías eléctricas, los paneles orientados hacia el oeste producen más. Darse cuenta de esto ha dado lugar a la alineación de los incentivos para las compañías eléctricas y la expansión de los paneles solares en los techos.

Ahora bien, si bien algunas compañías eléctricas aceptan e incluso adoptan fuentes de generación distribuida, como la energía fotovoltaica, otras son menos complacientes. De hecho, está creciendo rápidamente la movilización política contra la energía solar. Por desgracia, debido a la asociación de las energías renovables con el "controvertido" tema del cambio climático y su capacidad para desestabilizar la dependencia en los combustibles fósiles, en general las energías renovables han pasado a ser divisorias y partidistas en los Estados Unidos.

A pesar de esto, debido a la interacción entre la innovación tecnológica y los cambios políticos, institucionales y culturales, las fronteras de lo posible se están corriendo. Y, a pesar de que nadie puede predecir con exactitud cómo evolucionarán los sistemas energéticos a medida que el mundo intente responder al cambio climático, esto sí está claro: el aumento de las energías renovables seguirá desafiando el saber convencional, alterará las premisas sostenidas desde hace larga data sobre el sector energético y requerirá un aprendizaje social constante.

 



Topics: Climate Change

 

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