Cómo el plutonio perjudica a los Hibakusha

By Mustafa Kibaroglu: ES, September 1, 2015

Akira Kawasaki escribió en la Primera Ronda que los nobles esfuerzos de los Hibakusha -sobrevivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki- en pos del desarme "han sido ignorados muchas veces" fuera de Japón. De hecho, su mensaje "ha sido a veces tan malinterpretado" que "se ha retratado como un incentivo para que las naciones desarrollen armas nucleares en nombre de la disuasión".

Esto es una vergüenza. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme si la incapacidad del mundo de atender el mensaje de los Hibakusha no puede atribuirse, al menos en parte, a las vastas reservas de plutonio de Japón, que siguen creciendo.Me pregunto si poseer tanta cantidad de material fisible diluye el mensaje en pos del desarme que solamente Japón, como el único país que sufrió detonaciones de armas nucleares en tiempos de guerra, está calificado para transmitir.

Con el transcurso de los años, Japón ha acumulado unas 47 toneladas métricas de plutonio (separadas de combustible nuclear gastado). De esas 47 toneladas, 36 se almacenan en el Reino Unido y Francia, y 11 se encuentran en Japón.Esta cantidad de plutonio -suficiente para construir miles de armas nucleares- merma considerablemente la confianza de la comunidad internacional en que Japón nunca intentará desarrollar armas nucleares y, de esa forma, perjudica los sentimientos de solidaridad y compasión que Japón merece como la única víctima directa del mundo de la guerra nuclear.

Algunas tendencias políticas en Japón exacerban el problema. Como escribió Kawasaki, "hoy día en Japón, la doctrina sobre la disuasión nuclear se pone cada vez menos en duda" y "un puñado de ideólogos abogan por que Japón tenga armas nucleares." Entretanto, mientras los defensores del desarme sugieren que Japón siga el ejemplo de Suecia haciendo de la condición de Estado no nuclear una característica permanente e incondicional de la política internacional y de seguridad del país, los funcionarios japoneses contestan que la ley básica de energía atómica de Japón ya prohíbe los usos militares de la tecnología nuclear. Esto no inspira confianza dentro de la comunidad internacional de que Japón seguirá siendo siempre un Estado no nuclear.

Qué hacer. Las autoridades japonesas deberían pensar en adoptar una serie de medidas tangibles para ofrecer las máximas garantías de que, bajo ninguna circunstancia, Japón se convertirá en un Estado nuclear.

En primer lugar, las reservas japonesas de plutonio no deben seguir aumentando. Esto significa que deben descartarse los planes para la instalación de reprocesamiento de plutonio de Rokkasho, cuyo comienzo de operaciones, tras décadas de retrasos y gastos de decenas de miles de millones de dólares, está previsto para 2016. En segundo lugar, las autoridades japonesas deberían considerar expandir su programa para utilizar combustible de óxido mixto de plutonio y uranio en los reactores de energía. Con el tiempo, esto podría dar lugar a la reducción de las existencias de plutonio. Si Japón no separara más plutonio y agotara gradualmente el plutonio que ya posee, enviaría al mundo un mensaje muy importante sobre la no proliferación, y quizás reforzaría los esfuerzos internacionales para que el Tratado de prohibición de la producción de material fisible se convierta en una realidad.

Sé que puede considerarse una injusticia criticar a Japón por sus reservas de plutonio, cuando el historial de no proliferación del gobierno de ese país ha sido encomiable durante décadas. También me doy cuenta de que, comprensiblemente, los líderes japoneses se preocupan por el arsenal nuclear de Corea del Norte. Por esa razón, es solo una cuestión de justicia sugerir que, mientras Japón soluciona sus problemas de plutonio, sus amigos y aliados busquen la forma de aumentar la solidaridad con Tokio y mejorar la seguridad del país.

 


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