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By Reshmi Kazi: ES, July 9, 2014
Anandiben Patel, primera ministra del estado indio de Gujarat, recientemente anunció que su gobierno renovaría sus esfuerzos para aumentar la representación de las mujeres en las fuerzas policiales estatales a un 33 por ciento. Puede que este anuncio dé la impresión que no tiene mucho que ver —aunque Gujarat alcance su meta de darle empleo a casi 20.000 mujeres policías, en vez de la baja cantidad de casi 2.500 en la actualidad—, con el tema de esta mesa redonda sobre cómo aumentar la influencia de las mujeres en el diseño de políticas nucleares. Sin embargo, esta iniciativa es relevante debido a la declaración de Patel: "Cuando una madre se ha preparado para servir a la sociedad, al estado y al país, tenemos que proporcionarle una capacitación especial y un espacio único".
Este punto es crucial. Para alcanzar un equilibrio de género en asuntos políticos y administrativos de una nación, se deben valorar las diferentes tareas que las mujeres realizan. En muchas sociedades, las mujeres tienen mayores responsabilidades familiares que los hombres. Estas responsabilidades y las expectativas morales que las rodean, suelen restringir la libertad de las mujeres Pero tales limitaciones no son una excusa para la discriminación institucional. Las mujeres, que satisfacen los papeles tradicionales como madres, esposas, hijas y demás, no deben ser vistas como incapaces y tampoco deben ser excluidas de los cargos públicos importantes (cargos que varían desde hacer cumplir la ley, hasta la toma de decisiones crítica sobre las armas nucleares).
Las instituciones deben tener fe en las mujeres calificadas, sin importar la situación familiar. En la India, las instituciones harían bien en recordar que las mujeres tales como Sujatha Singh y Chokila Iyer (dos secretarias de asuntos exteriores) y la primera ministra, Indira Gandhi, no permitieron que sus responsabilidades de familia las limitaran para servir al gobierno indio.
Si las instituciones gubernamentales no aseguran la representación adecuada para las mujeres, ellas fallarán en sus mandatos para mejorar el desarrollo, la estabilidad, la seguridad y los derechos humanos. Y los diseñadores de políticas tendrán dificultades para conseguir la paz sostenible si se excluyen a las mujeres de los procesos de toma de decisiones. Yo argumenté en la primera ronda que las mujeres tal vez están "más a favor de la paz que los hombres, [son] menos propensas al conflicto, [son] más compasivas y diplomáticas". Por ende, su participación en la toma de decisiones nucleares tiene que ser promovida, y esto a menudo querrá decir que tendrán que permitir que las mujeres trabajen, aun teniendo una familia.
Del mismo modo, cabe señalar que para alcanzar la igualdad de género, se podría depender menos del número verdadero de mujeres trabajando en instituciones que de proporcionar las oportunidades de las mujeres visionarias y pragmáticas para que ocupen una posición con poder verdadero. Una vez que las mujeres ocupan cargos institucionales importantes, a menudo se garantiza un mejor entorno laboral para las demás mujeres. En la segunda ronda, analicé la apertura que Chonira Belliappa Muthamma creó para las generaciones de mujeres después de ella en el Servicio Exterior indio. Mujeres, tales como Muthamma, rompen con el techo de cristal, mientras realizan labores contundentes en la formulación de políticas.
A menudo, las mujeres trabajan el doble que los hombres para alcanzar puestos de influencia. Ya que se encuentran en estos cargos, a menudo deben de esforzarse más que sus homólogos para permanecer en el puesto. Al depender y demostrar la perseverancia que requiere su género, las mujeres podrían llegar a alterar el discurso sobre las armas nucleares para que al fin se logre el desarme global.
Topics: Nuclear Weapons
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