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No habrá estabilidad sin límites en el sistema de defensa contra misiles

By Wu Riqiang: ES, October 7, 2014

Los analistas han estado analizando el sistema de defensa contra misiles y el impacto eventual en la estabilidad estratégica desde los años 1960, y la perspectiva básica que surgió décadas atrás aún perdura en la actualidad. Si una nación con armas nucleares puede desarrollar un sistema de defensa contra misiles capaz de neutralizar la capacidad de otra nación de represalias nucleares, los incentivos de la primera nación de lanzar un primer ataque aumentarían.

Esta situación socavaría la estabilidad estratégica, por lo tanto, los estados dotados de armas nucleares deben abstenerse de construir sistemas de defensa contra misiles que cubran territorios y poblaciones completos. En efecto, el Tratado sobre Misiles Antibalísticos de 1972 (Tratado ABM), la piedra angular del control de armas durante la Guerra Fría, prohibía el despliegue de sistemas de misiles antibalísticos, salvo cuando estuviesen cerca de capitales nacionales y cerca de lanzacohetes en silo para los misiles balísticos intercontinentales. Lamentablemente, Estados Unidos se salió del Tratado ABM en 2002 y empezó a desplegar su sistema de defensa contra misiles balísticos en 2004. Esto ha causado grandes preocupaciones en China y Rusia.

Estas preocupaciones se desprenden, no tanto de la arquitectura estadounidense actual de la defensa contra misiles balísticos, que es pequeña en escala y no muy eficaz, sino más bien por lo que podría convertirse la defensa estadounidense contra misiles. Hoy en día, Estados Unidos tiene 30 interceptores de misiles terrestres en Alaska y California. Se pronostica que esta cifra aumente a 44 para el 2017, pero aún un sistema de ese tamaño sería incapaz de neutralizar las represalias rusas. También sería incapaz de neutralizar la disuasión nuclear de China. Pero esto podría cambiar si el sistema demostrara mayor eficacia; algo por lo que Estados Unidos se ha esforzado mucho en conseguir.

Distinguir entre las ojivas reales y los señuelos es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los sistemas de defensa contra misiles a medio trayecto. Para responder a este reto, Estados Unidos ha desplegado un radar de banda X en Japón y posiblemente en Corea del Sur. Además, está construyendo un nuevo radar terrestre de banda X. Está desarrollando un nuevo "vehículo asesino" —el segmento de un interceptor que, en efecto, destruye misiles— que será capaz de trasmitir fotografías. Esto ayudará a que Estados Unidos implemente una doctrina de fuego, conocido como shoot-look-shoot, que supone disparar fuego a un interceptor, esperar a ver si destruyo el blanco y disparar de nuevo si es necesario. Si Estados Unidos pudiera mejorar su capacidad de distinción lo suficientemente posible mediante medidas como éstas, neutralizar la disuasión nuclear de China y Rusia sería simplemente cuestión de desplegar suficientes interceptores.

Estados Unidos sigue afirmando que su sistema doméstico de defensa contra misiles balísticos sólo pretende defenderse en contra de las amenazas de Corea del Norte e Irán, y no de China y Rusia. Pero si el único fin del sistema es realmente muy limitado, Washington deberá aceptar límites en su sistema de defensa contra misiles. Pero sigue negándose. Rusia ha solicitado que Estados Unidos proporcione garantías legales de que sus interceptores no tendrán como blanco los misiles estratégicos de Rusia. Ha pedido garantías militares-técnicas de que el sistema de defensa contra misiles situado en Europa no neutralice los misiles estratégicos de Rusia. También ha sugerido que se establezca un sistema permitiendo que la OTAN y Rusia ejerzan conjuntamente el control sobre el lanzamiento de interceptores. Estados Unidos no ha querido aceptar todas estas propuestas, y me parece poco probable que Rusia y Estados Unidos lleguen a un acuerdo sobre la defensa contra misiles en un futuro cercano. Para Rusia, y en este sentido, también para China, la negativa de Washington de aceptar los límites sobres la defensa contra misiles sugiere que el sistema tiene un potencial subyacente para neutralizar los aspectos nucleares disuasivos de Rusia y China. También sugiere que el gobierno de Obama quiere proporcionar a los gobiernos futuros la flexibilidad para fomentar ese potencial.

Una política contradictoria. Un compromiso estadounidense indefinido de la defensa contra misiles balísticos obstaculizaría el proceso global de desarme y tal vez hasta provocaría una carrera armamentista nuclear renovada. En particular, sería muy difícil persuadir a Rusia, mientras que el futuro de la defensa contra misiles sea impredecible, de que la estabilidad estratégica puede mantenerse mientras se reduzcan los arsenales nucleares a niveles bajos. Moscú ya siente escepticismo sobre las reducciones nucleares debido a la capacidad de EE.UU para lanzar ataques convencionales de precisión, así como por el compromiso de Washington de robustecer cualitativamente sus fuerzas nucleares de ofensiva, aunque reduzca cuantitativamente su arsenal.

Desde la perspectiva de China, las cosas se ven aún peores. El arsenal nuclear razonable de China podría ser neutralizado hasta por un sistema de defensa contra misiles balísticos de pequeña escala de EE.UU., siempre y cuando el sistema sea lo suficientemente eficaz. Si los líderes de China llegaran a pensar que el sistema de defensa contra misiles de EE.UU pudiera neutralizar la disuasión de Pekín, podrían bien tomar la decisión de construir más armas nucleares para restaurar su estabilidad estratégica. El resultado sería una carrera armamentista defensiva-ofensiva.

El gobierno de Obama está ejerciendo una política nuclear contradictoria. Por un lado, el gobierno insiste en que "seguirá rechazando cualquier limitación negociada sobre las defensas de misiles balísticos estadounidenses". Por otro lado, expresa un deseo de mantener la estabilidad estratégica con China y Rusia, llevar a cabo más reducciones de los depósitos nucleares y trabajar para obtener un mundo sin armas nucleares. La paradoja es que la negación de Washington de aceptar los límites en la defensa contra misiles hace inalcanzables los otros objetivos del gobierno. Mantener la estabilidad estratégica y lograr avances hacia el desarme requieren que Estados Unidos acepte que se impongan limites en su defensa contra misiles, y también requiere que EE.UU. demuestre que sus defensas contra misiles son capaces de contrarrestar las amenazas sólo en contra de Corea del Norte e Irán y no de China y de Rusia.

Los acuerdos futuros de control de armas deben incluir limites en la defensa contra misiles. Dadas las preocupaciones de EE.UU sobre las amenazas de misiles de países como Irán y Corea del Norte, me parece simplemente impráctico resucitar el Tratado ABM e intentar "echarse atrás" con la defensa doméstica de misiles de EE.UU. Sin embargo los limites sobre las capacidades estratégicas de defensa deberán ser integrados en cualquier acuerdo futuro sobre las armas estratégicas y ofensivas. Si Rusia y Estados Unidos negociaran más tratados para reducir los arsenales nucleares, los límites de la defensa contra misiles deberá ser un elemento. Y si Estados Unidos cree que China no va expandir su arsenal nuclear, debe darle garantías a China de que la eficacia del sistema de defensa contra misiles permanecerá al mismo nivel razonable, aunque lo suficientemente robusto para contrarrestar los misiles intercontinentales simples y balísticos que Corea del Norte e Irán podrían lanzar, pero sin competir con los misiles sofisticados de China. Como un primer paso, Estados Unidos deberá demostrar la voluntad política para aceptar los limites en su sistema de defensa contra misiles. Esta es una condición previa para que cualquier diálogo serio para el control de armas avance.



Topics: Nuclear Weapons

 

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