Juguetear no provocara el desarme

By Matthew Kroenig: ES, January 30, 2015

Esta mesa redonda supone que existe una tensión entre las metas declaradas para el desarme de las potencias nucleares y sus planes actuales para modernizar sus fuerzas nucleares. Sin embargo, ¿en realidad existe dicha tensión? Esto depende en gran medida en cómo creen que se llevara a cabo el desarme global, si es que es alcanzable.

Muchos suponen que el desarme se logrará mediante un proceso lento y deliberado, en el cual las potencias nucleares firmaran acuerdos para el control de armas, que gradualmente reducirán el tamaño de las fuerzas nucleares, hasta que las armas nucleares dejen de existir. Parece que esta es la opinión subyacente en los ensayos de la primera ronda de Eugene Miasnikov y Lu Yin. Ambos colegas de la mesa redonda critican los planes de modernización de EE.UU. y arguyen que Estados Unidos debe disminuir sus planes. Lu asegura que Estados Unidos, al igual que Rusia, debe seguir el ejemplo de China que no pone énfasis en las armas nucleares. Los dos autores, mientras tanto, se muestran preocupados por la defensa balística militar de EE.UU. y por el programa convencional de Washington, Ataque Global Inmediato.

Sin embargo, mientras planteaban sus argumentos, Miasnikov y Lu podrían haber demostrado más introspección. Estados Unidos está debatiendo llevar a cabo la modernización, pero Rusia ya está terminando de hacerlo. Moscú está introduciendo nuevos misiles balísticos, bombarderos y submarinos intercontinentales. Ha violado el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango-Intermedio porque realizó pruebas de los nuevos misiles de crucero de rango intermedio lanzados por tierra. Además, sigue desafiando las promesas hechas al final de la Guerra Fría, ya que Rusia sigue conservando miles de armas nucleares de campo de batalla, listas para su uso inmediato. En contraste, China se ha restringido de forma encomiable. Pero también está expandiendo y modernizando sus fuerzas nucleares. A pesar de que China se jacta de su política de no usar armas primero, los altos funcionarios chinos admiten en secreto que Pekín utilizaría las armas nucleares primero bajo una serie limitada de contingencias.

Por otro lado, Estados Unidos reniega de manera transparente la política de no usar primero, precisamente, debido a que bajo una serie limitada de circunstancias, Washington utilizaría las armas nucleares primero. Además, si Washington en verdad quisiera tener la ventaja de atacar primero, como Miasnikov y Lu temen, la defensa balística de misiles y las capacidades del programa Ataque Global Inmediato serían sumamente distintas de los sistemas básicos actualmente desplegados o bajo consideración.

A un nivel más fundamental, parece que la idea central de los ensayos de mis colegas está equivocada; en el sentido que es difícil entender cómo es que juguetear con los planes de modernización nuclear llevará directamente hacia algo tan profundo como el desarme nuclear global. Tales pasos no responderán a las preocupaciones de seguridad que, desde un principio, incitan a los Estados a adquirir las armas nucleares. Como le gustaba decir al ex presidente estadounidense Ronald Reagan, "[N]o desconfiamos el uno de otro porque estamos armados. Estamos armados porque desconfiamos el uno del otro".

Efectivamente, las mayores reducciones nucleares en la historia arribaron tras el cese de las agresiones de la Guerra Fría, lo que es coherente con dicha perspectiva. Probablemente, el desarme nuclear global requerirá una reducción mucho más radical de las tensiones entre los Estados. Las propuestas que recomiendan el cambio de las posturas estratégicas como un paso hacia el desarme, por lo tanto, corren el riesgo de confundir la causa y el efecto.

El desarme global no requerirá nada menos que la erradicación de la causa originaria de la inseguridad internacional. A pesar de que mermar las preocupaciones de seguridad no es tarea fácil, Estados Unidos, en los últimos 70 años, ha contribuido a este esfuerzo, asegurando el bienestar del público en general. Lo ha hecho, entre otros medios, al proteger a los aliados asiáticos y europeos mediante la extensión del paraguas nuclear; al disuadir a los aliados para que no construyan sus propios arsenales nucleares; y al ahorrarle a Rusia y a China la necesidad de participar en carreras armamentísticas peligrosas con los rivales regionales.

Sin embargo, debido a las acciones recientes de Rusia y China, la estabilidad internacional se encuentra amenazada. En el último año, Rusia ha invadido violentamente a Crimea e invadido la región de Donbas al este de Ucrania. Además, sigue amenazando al resto de Ucrania y Europa. China sigue con las reclamaciones agresivas en el Mar de China Meridional. Su acumulación convencional militar es lo que amenaza con derrocar el equilibrio militar que ha mantenido la paz en el Este de Asia por más de medio siglo; China se ha visto beneficiada más que cualquier otra nación debido a esta paz.

Desde esta perspectiva, los planes de modernización nuclear tal vez no sean el mayor impedimento para lograr el desarme nuclear global. Al contrario, el mayor obstáculo podría ser la política exterior revisionista que pone en peligro la paz y la seguridad internacional.



Topics: Nuclear Weapons

 

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