The authoritative guide to ensuring science and technology make life on Earth better, not worse.
By Frederick M. Abbott, February 26, 2015
Las patentes y las otras formas de propiedad intelectual están al centro de una batalla larga y multifacética sobre el acceso asequible a las medicinas. Hoy en día, a medida que la comunidad internacional presta más atención al cambio climático, surge una pregunta importante: ¿si la propiedad intelectual representará o no un obstáculo significativo para los países con ingresos bajos y medios cuando intenten adquirir las tecnologías necesarias para reducir las emisiones de carbono o mitigar los efectos del cambio climático?
La innovación es crítica para el desarrollo de los recursos para la energía alternativa y las tecnologías de mitigación. La patente, la forma de la propiedad intelectual que se aproxima más a la innovación, le otorga al inventor el derecho exclusivo, típicamente durante veinte años, para prevenir que los demás inventen o utilicen el producto o el proceso patentado. Pero, las otras formas de la propiedad intelectual no deben ser ignoradas, en especial, por su potencial en cuanto al acceso a los recursos de la energía alternativa y de las tecnologías de mitigación. Los derechos de autor, por ejemplo, se usan para proteger el software de las computadoras. Las leyes de secreto comercial protegen la información, incluyendo los procesos de producción. Y varios tipos de protección de la variedad de plantas pueden restringir el acceso a los recursos biológicos.
Las patentes pueden afectar de manera adversa el acceso a las medicinas, en particular, en los países de ingresos medios y bajos. Las patentes limitaron la competencia cuando los tratamientos antiretrovirales para el VIH/SIDA fueron introducidos en los años noventa. No existe ningún sustituto disponible y los titulares de las patentes gozan virtualmente de un poder ilimitado en el mercado. Las compañías farmacéuticas originales podrían mantener los precios demasiado altos de los productos cuyos costos de producción fueron moderados. No se brindó ninguna red de protección para el gran número de personas que son VIH positivas en los países en vías de desarrollo que no pueden cubrir el costo del tratamiento.
Pero los recursos de la energía alternativa y de las tecnologías de mitigación difieren en ciertos aspectos en cuanto a los medicamentos innovadores, y el impacto de las patentes en los ámbitos también difiere. Primero, la energía en su forma eléctrica o térmica es fungible. La electricidad es la misma, desde un punto de vista de funcionamiento, ya sea que sea generada usando turbinas de gas, carbón, centrales nucleares, paneles solares o turbinas eólicas, por lo tanto, los productores de energía están limitados en cuanto a la fijación de precios de las nuevas tecnologías. Las tecnologías más viejas pueden sustituir a los recursos de energías alternativas, aunque conlleven un mayor costo externo por los daños medio ambientales.
Segundo, mientras no es inconcebible que alguien llegue a concebir o a descubrir una completamente nueva fuente de energía, por ejemplo, el haz de electrones de la novena dimensión, parece más probable que la innovación en los recursos de energía alternativa aumenten. Después de todo, las turbinas eólicas que generan energía, utilizadas hoy en día, representan una serie de mejoras incrementales de los molinos de vientos utilizados en la Edad Media. A medida que los países de ingresos medios y bajos vayan respondiendo al cambio climático, tal vez no siempre necesiten más tecnologías nuevas. Los mercados con precios competitivos probablemente surgirán como tecnologías aceptables de sustitución que estarán unos cuantos años atrasados. A la larga, los titulares de las patentes para los recursos de energías alternativas y las tecnologías de mitigación tal vez tengan menos poder sobre los mercados que los titulares de medicamentos terapéuticos innovadores.
Eliminando los obstáculos. Al principio del debate sobre el cambio climático, la transferencia tecnológica y la propiedad intelectual, los expertos reconocieron la importancia de las evaluaciones empíricas para poder identificar cómo las patentes en particular podrían limitar de manera indebida el acceso a la tecnología de los países de bajos y medios ingresos. Los estudios finalizados hasta la fecha son bastante modestos en sus conclusiones. Los estudios revelan que las empresas en los países con altos recursos son titulares de la mayoría de las patentes concedidas para los recursos de las energías alternativas y las tecnologías de mitigación, principalmente en Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y Corea del Sur (aunque las empresas chinas e indias están aumentando el patentamiento en ciertas áreas). Pero hasta ahora, las empresas en el mundo en vías de desarrollo solo han hecho alegaciones aisladas de que sus esfuerzos para utilizar las tecnologías de mitigación del cambio climático son entorpecidos por las patentes de los países desarrollados. De todas formas, es razonable asumir que, de ahora en adelante, los países de bajos y medios ingresos se enfrentarán a obstáculos adicionales relacionados a las patentes y a otros tipos de propiedad intelectual.
¿Cómo se pueden eliminar los obstáculos? Para empezar, está no es una cuestión que a penas se está planteando. Las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático y las organizaciones no gubernamentales y otros accionistas han sostenido un diálogo sobre la transferencia de tecnología por muchos años. La Convención Marco de las Naciones Unidas ha pronunciado decisiones en este tema desde mediados de los años noventa. En 2010, bajo el auspicio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Centro y la Red de Tecnología Climática fue establecido, que brinda apoyo técnico y permite la compartición de datos técnicos. Aunque el trabajo de la Convención Marco de las Naciones Unidas no resuelve el problema de la transferencia de tecnología, sí confirma que la comunidad internacional ha identificado varios problemas.
Más allá de este foro, las reglas que gobiernan el sistema internacional de la propiedad intelectual les proporcionan a los países de bajos y medios ingresos la flexibilidad para anteponerse a las patentes cuando los gobiernos consideren que sería un paso adecuado. Estos países tienen el permiso de conceder "licencias obligatorias" para las patentes, lo que permite que las empresas privadas utilicen las patentes después de hacer un pago de las regalías. Las naciones también pueden otorgar una licencia para "uso gubernamental", que permite que los gobiernos hagan lo mismo. La potencial reacción política de los países de altos ingresos limita a los países con pocos recursos de utilizar estos mecanismos, y las repercusiones políticas serían graves. Pero, para ser claros, las reglas internacionales permiten el uso de estos mecanismos.
De cualquier modo, existen "vías intermedias" que permiten que los países con menos recursos consigan acceso a los recursos de energía alternativa y a las tecnologías de mitigación sin recurrir a las licencias obligatorias. Las empresas conjuntas entre las empresas de los países desarrollados y en vías de desarrollo serían un candidato importante por la vía intermedia. Los gobiernos en los países con bajos y medianos ingresos pueden ayudar a las empresas conjuntas mediante el establecimiento de marcos políticos, jurídicos e industriales para atraer la inversión de las empresas de los países de altos ingresos, mientras se toman pasos para proteger a los últimos usuarios de la tecnología (incluyendo a los consumidores). Los gobiernos pueden proporcionar a la industria local y técnicos con oportunidades y apoyo para el negocio. Con el estímulo de los gobiernos de ambos lados de la ecuación, de los países desarrollados y en vías de desarrollo, este acercamiento podría ser mejor para todos.
Evidentemente, existen otras opciones. En el ámbito de la medicina, el consorcio voluntario de patentes para mejorar el acceso de los países con menos recursos ha ido ganando impulso; por ejemplo, con el Consorcio de Patentes de Medicina respaldado por las Naciones Unidas. Las licencias directas y voluntarias también han ido ganando impulso. Otra vía serían las asociaciones para el desarrollo de producción, que se aprovechan de las tecnologías desarrolladas por las empresas en los países con altos ingresos para realizar investigaciones sobre las enfermedades que predominan en los países de bajos y medios ingresos. Y ha surgido una variedad de propuestas para establecer fondos de adquisición para la investigación y el desarrollo; este fondo compraría la tecnología de los países de altos ingresos y así se compartiría globalmente. Cada uno de estos conceptos básicos podría ser adaptado para promover la transferencia tecnológica en el ámbito del cambio climático.
Mientras tanto, es importante reconocer que las patentes y las otras formas de propiedad intelectual no son los únicos factores que limitan el acceso a y el uso de las nuevas tecnologías en los países de menos recursos. En los lugares con pocos recursos, hay una tendencia hacia la concentración de titularidades y el control de los servicios básicos como la generación y el suministro de electricidad. Los actores económicos bien establecidos podrían mostrarse menos entusiastas con la introducción de nuevas soluciones compatibles con el medio ambiente para los desafíos energéticos. Por lo tanto, al final, introducir las tecnologías compatibles con el medio ambiente en el mundo en vías de desarrollo no significa simplemente eliminar las barreras presentadas por la propiedad intelectual.
Topics: Climate Change
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